13/8/11

Madagascar, 50 años más tarde

Como hace dos veranos, estos días en Vilar de Barrio rodeado de ancianos he disfrutado de la compañía de uno de ellos en particular: me refiero a Sir David, naturalmente. Para estas dos semanas me traje las series Life in the Freezer (dedicada a la vida en la Antártida y que yo no veía desde hacía muchísimos años, en nuestro olvidado Laser-Disc), The Blue Planet (de la que ya he hablado en otra ocasión) y Madagascar. Esta última es la obra más reciente de Sir David, aparecida hace apenas unos meses. Además de tres capítulos dedicados a la historia natural de esta isla extraordinaria, incluye un extra delicioso titulado Attenborough and the giant egg, en el que, tomando como origen un huevo de Aepyornis maximus que guarda en su gabinete, el propio Sir David nos habla de sí mismo 50 años atrás, un treintañero grabando en tierras malgaches Zoo Quest, su primera serie. Resulta encantador ver al joven David, con una voz tan cambiada, recorriendo lugares que han cambiado tanto desde entonces; y a Sir David hablando de los trucos para grabar que usaban cinco décadas atrás, riéndose de sus recuerdos como recolector ocasional de animales para el Zoo de Londres, para lograr financiación para el rodaje; o profundamente avergonzado al releer frente a la cámara las cursiladas que por aquel entonces escribía en su diario de campo, como probablemente acabe haciendo yo a la vuelta de los años. Recomendable, sin duda alguna; es el documental que tienes que ver para descubrir cómo colocar un camaleón sobre el volante como antirrobo del coche...

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