“Quen chega tarde, nin oe Misa nin come carne...” Ayer a las seis de la tarde salí bastante confiado de casa para asistir al acto oficial de bienvenida de los jóvenes al Papa; pero al salir del metro en Colón me quedó meridianamente claro que no iba a poder acercarme mucho más a Cibeles... así que allí me quedé, en primera fila, pero de pantalla gigante. “¿Y para verlo en la pantalla, no era más cómodo verlo desde casa por la tele?” Bueno, pero es que hay que llenar la calle; si no a ver de dónde van a sacar luego las estimas los organizadores de tantos centenares de miles, la policía de tantas decenas, y la Comunidad de Madrid de tantos centenares de millones... :-p No, jeje; en verdad el acto de bienvenida fue el primer contacto con la JMJ en su esplendor, por así decirlo: con una marea humana arropada con banderas de todos los colores; todos, cada uno según su estilo, con un ánimo común.
Ya al acabar, había quedado para cenar con Sonia y Alberto casi allí al lado. Llegué ligeramente tarde, porque a la altura de Serrano... el Papa no me dejó pasar :-) La comitiva, en su camino de vuelta a la Nunciatura, volvió como por la mañana a pasarme por delante; desde luego, no me puedo quejar...
Ya al acabar, había quedado para cenar con Sonia y Alberto casi allí al lado. Llegué ligeramente tarde, porque a la altura de Serrano... el Papa no me dejó pasar :-) La comitiva, en su camino de vuelta a la Nunciatura, volvió como por la mañana a pasarme por delante; desde luego, no me puedo quejar...
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