27/8/11

Otoño interior

¿Qué ha hecho a esta mañana distinta de las del resto de la semana? Que, camino de la Facultad, la temperatura bajaba de la barrera sicológica de los 15º C; y por eso iba con sudadera… El inicio del otoño es bien recibido por todo el mundo, animales y humanos: se suavizan las temperaturas, vuelve la lluvia y verdean los campos otra vez; reviviendo un par de meses de apacible bonanza. Por todo el mundo… menos por mí; que nunca refresca a gusto de todos. No es que adore asfixiarme a 40 grados; pero desde luego lo prefiero al mazazo mental que me supone volver a la manga larga y a dormir tapado.
Como viene siendo habitual estos últimos años, después de las vacaciones empiezan unos días de trabajo frenético, para dejar cuantas más cosas listas antes de irme de estancia mejor. Y esos fines de semana a la sueca me hacen también perderme el paso postnupcial de pajarillos, que siempre es bienvenido… Los únicos que tienen a bien acompañarme son los papamoscas cerrojillos del pinar de Medicina, volando silenciosos y veloces como espíritus de posadero en posadero. Y se agradece el esfuerzo que hacen; pero agradecería más no ver por todas partes sus grandes y acuosos ojos negros, que les dan un aire de estar a punto de echarse a llorar… en fin, ni caso; hay días en que estoy de un humor que pa qué.

2 comentarios:

José María dijo...

Desde la Sierra de Aracena felicidades el 29: pena que no nos viéramos en 4V; os busqué, pero ...

Antón Pérez dijo...

Gracias anticipadas :-)