26/9/07

Lluvia

El pretendido destino turístico balear de sol y playa es un concepto para mí cada vez más falaz, habida cuenta del estado de nublado permanente y fortísimas tormentas ocasionales que impera aquí desde hace diez días. Sin embargo, la isla no deja de estar preciosa: las nubes se descuelgan sobre los montes que rodean Esporles, bajando en borbotones como leche hirviendo rebosando de un cazo, cubriendo de gris las laderas umbrosas de pinos y encinas. Verdea ya la hierba en los campos antes agostados, preludio de esa segunda primavera que es el otoño para el monte mediterráneo.
Es curiosa, la distinta percepción que tiene la gente de la lluvia. El domingo a media tarde recibí una llamada de Giacomo, invitándome a ir a jugar a la petanca a la Plaza del Progreso, donde ya estaba el resto del grupo: “Pero... ¿no está lloviendo?” “Ya, bueno; pero no mucho...” Total, que en la Plaza del Progreso era yo el único que se cubría con chubasquero y pantalón de agua, mientras los hijos de mi jefe jugaban de manga corta en los charcos. Quien lo diría; a tenor de la reacción de las mamás gallegas, siempre había creído que la lluvia era mortal de necesidad para los niños...

1 comentario:

Ángel Ruiz dijo...

Me gusta cómo está escrito, aunque podrías evitar palabras como 'falaz', 'impera', 'habida cuenta' o 'umbrosa'.
'hirviendo rebosando' (dos gerundios juntos y luego 'cubriendo'): "hirviendo, que rebosa ... y cubre ...". Quizá puedas pronto leer a Pla en catalán: no pone nada de más.