20/9/07

3 de 3

A dos manzanas de mi casa está la parroquia de Santa Pagesa (pagesa = campesina; en realidad es el apodo de Sta. Catalina Thomás). En lo que llevo aquí, de tres tardes entre semana que por horarios he ido a Misa allí; tres entierros. Ya me empiezo a mosquear, a ver si va a haber algún virus raro circulando por ahí...
Hace unos días (ya que sale el tema), hablando de la relación entre ciencia y fe con unos compañeros, la conversación fue tocando muchos temas hasta que derivó de improviso del Cielo a la resurrección de los muertos. Mencionar estas cuatro palabras y que en las caras que hasta entonces me miraban con un escepticismo elegante apareciese una sonrisa burlona fue todo uno... Me dio un punto de vergüenza, pero enseguida me acordé del discurso de San Pablo en el Areópago, cuando ante la misma situación tuvo que soportar las burlas de media Atenas (cfr. Hch XVII, 31-34); y no evité el sonreírme yo también. No hubo ni Dionisio ni Dámaris; pero ya vendrán... Al fin y al cabo; llevamos 2000 años predicando a Cristo, y a éste crucificado; escándalo para los judíos y necedad para los gentiles. Pero para los que creen, ya judíos, ya griegos; Cristo es sabiduría de Dios y fuerza de Dios (1 Cor I, 23-24)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

eh, la foto de tu perfil me suena...

Antón Pérez dijo...

¡Qué bonitos son los bares con buganvillas...! ;-)