7/4/15

Libertad castellana

"... pufff... es que este paisaje, que mires donde mires es todo igual, no me gusta nada; ¡es que me agobia! A mí es que me gusta mucho más la montaña: eso que te subes, y ves los montes, y tienes esa sensación de libertad, ¿no sabes...?"

Esta frase suelta, captada ayer en el tren de vuelta a Madrid, me tuvo entretenido y dándole vueltas. ¿Acaso no debería sentirse uno más libre cuando, por más que mire en todas direcciones, no vea ninguna barrera que le impida moverse, como cuando el Alvia atraviesa Valladolid? Cuando uno va a Pirineos por ejemplo, estará en un valle muy bonito y todo lo que uno quiera, pero confinado en ese valle a fin de cuentas. Lo mismo desde una cumbre cualquiera: uno ve las otras que lo rodean, un horizonte limitado... Lo relacioné, y os va a hacer gracia, con un acuario, que es un tema que tengo en la cabeza porque estos días de Semana Santa he estado muy entretenido echándole ojeada tras ojeada a diversas revistas y libros de acuariofilia que tengo circulando por Orense. Uno de los consejos típicos para cuando se tienen peces tímidos, que se pasan el día escondidos, es precisamente llenarles el acuario de refugios: la idea es que, cuanto más seguro se siente el pez, más envalentonado se siente y se deja ver más, sabiendo que tiene huecos donde esconderse si pasa algo a la vuelta de cualquier recodo. ¿Tendremos miedo al exceso de libertad del paisaje castellano, sin un mal árbol al que subir si aparece un león...?

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