13/6/09

A la caza del Lepidurus

Esta mañana recibí un regalo de santo tan inesperado como deseado: Mi hermana del medio quería ir a la aldea a buscar una pila de fregar, para ponerla en su nueva casa. Total que nos hemos ido a Vilar de Barrio; y como mi hermana es mucho más paciente que mis padres nos hemos estado parando a cada rato a lo largo del recorrido por la antigua Laguna de Antela, siempre que me entraron ganas de curiosear cualquier cosa.
Paramos primero en una esquina donde suele haber ranitas de San Antón; serían la imagen ideal para ilustrar esta entrada, pero no hubo suerte... Y después nos detuvimos en un lugar al que le tenía muchas ganas, que es la charca que veis en la foto de arriba. Es una pequeña lagunilla temporal, en una hondonada que se llena en otoño con las lluvias y que se va secando a medida que aprieta el calor. Y tan temporal es, que por una cosa o por otra nunca había conseguido pillarla con agua, y siempre me encuentro al llegar a ella una lámina de barro seco, resquebrajado por el sol y con la marca de los pies de innumerables cigüeñas que han ido dando cuenta de todo lo comestible.
Pero hoy todavía quedaba mucho agua, y la charca bullía de verdor y de ranas. Este tipo de charcas estacionales, sin peces, son lugares muy importantes para la reproducción de los anfibios, ya que en ellas sus larvas pueden desarrollarse con menos preocupaciones. Y a mí, que me encantan los humedales, se me cae la baba con lagunillas como ésta; ya que me parece increíble que después de desecar una laguna de 40 Km cuadrados se hayan “olvidado” de esta esquinita, y de encontrármela todavía ahí. Y es en esta clase de lagunas estacionales donde prospera también otros bichos bien distinto (aunque similares a un renacuajo): los extraordinarios crustáceos del orden Notostraca. En A Limia sé que hay Lepidurus apus y me moría de ganas por verlos; pero tampoco hubo suerte, creo que la estación ya está demasiado avanzada para ellos. Sólo debían de quedar ya los huevos enterrados en el fango, esperando a las lluvias del año que viene...
Total, que ni ranitas ni Lepidurus; pero esta mañana he disfrutado como un enano. Echaba tanto de menos el campo que ya ni cuenta me daba...

Eleocharis sp.

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