Wikifoto del enemigo |
Así, sin más y con todas las letras. Porque además es un nombre que siempre tengo en la punta de la lengua y que nunca acabo de recordar; salvo en contadas ocasiones, como hoy. Se las está viendo bastante estos días, volando de un balcón a otro con una bomba de relojería en el abdomen; su pequeño tamaño y su color marrón velado de gris me hacen pensar siempre en ceniza desprendida de un cigarrillo…
Y como suele suceder con las mariposas, cuanto más mosquitas muertas parecen más peligrosas son. Ésta en concreto se instaló a finales de los 80 en Mallorca llegada de Sudáfrica; y poco a poco desde allí ha ido colonizando todo el Mediterráneo, causando estragos allí donde las amas de casa, hasta entonces despreocupadas porque nada parecía afectarles, tenían ventanas y balcones llenos de sus plantas nutricias: los geranios. En casa, en Orense, las hemos padecido también; y en concreto los balcones de mi tía pasaron en un solo año de lucir espléndidos desde la calle a dejar bastante que desear.
Ya sabéis; ojito con las mariposas...
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