22/6/09

San Frutos y el Diablo (Segovia Birding Day 2009, 1)

Lasciate ogni speranza, voi ch’entrate...
a
Hacía tiempo que Javi y yo no disfrutábamos de una jornada de pajareo duro y al mismo tiempo emocionante como la del sábado... La zona: El este de la provincia de Segovia, en torno a la ciudad medieval de Sepúlveda. El objetivo: Tres especies muy concretas, y a mayores todo lo que se pusiese a tiro... Y nos volvimos con las tres; y con mucho más.
Ahora, que lo dicho, la jornada fue intensa. Antes de las 5 de la mañana estábamos saliendo de Madrid para, a eso de las 6:30, ver amanecer en la pista de tierra que une el pueblo de Villaseca con el Priorato de San Frutos. La hora y el lugar (un tomillar con arbustos y pedregales dispersos) eran los adecuados para la laboriosa tarea de ver al diablo... El Diablo (así, en español) es el nombre que dan los pajareros ingleses a la alondra ricotí o de Dupont Chersophilus duponti, popularizado desde la aparición de un descabellado trip report por España. Y realmente es un pájaro con algo de paranormal: Su aberrante canto (oír) parece provenir de todas partes a la vez, mientras que el pájaro prácticamente nunca se deja ver. Todas las guías mencionan su timidez extrema y su costumbre de correr de mata en mata como un ratón; e Internet está lleno de historias de birdwatchers desmoralizados, dando vueltas como tontos por el pedregal segoviano en pos de un pájaro que parece estar siempre a la misma distancia de ellos, para acabar desorientados a kilómetros de donde habían dejado el coche (abierto y con las llaves puestas, normalmente)... Total, que el pajarito se ha ganado el mote a pulso.
Y a semejante ángel caído íbamos nosotros a intentar tachar, nada más ni nada menos que casi un par de meses más tarde de la época buena en la que más canta, mediados de primavera... Fue por ello si cabe más sorprendente escucharla al poco de bajar del coche; y no a una sola, sino probablemente dos o tres. El lugar por lo demás bullía de vida animal: en los 5 Km escasos de la carreterita es posible ver buenas cantidades de todos los aláudidos ibéricos salvo la terrera marismeña; y además muchas collalbas rubias y currucas tomilleras, ambas preciosas.
A la media hora, y por hacer el tonto, Javi me dijo pidió que posase para su cámara en actitud de mirar por el telescopio... En esas estaba cuando por el ocular apareció para gran sorpresa mía un pajarillo marrón, con el pico largo y curvo, subido a una pequeña piedra... "Javi, ¡que tengo una!" Javi por supuesto pensó que le estaba vacilando, pero tuvo la precaución de acercarse a mirar por si acaso; y gracias a Dios, por una vez yo estaba hablando en serio... Ya Santo Tomás de Aquino demostró brillantemente cómo el Bien es superior al Mal, y el sábado el poder de San Frutos Pajarero fue suficiente para librar a la pobre alondra de la posesión diabólica. Hasta en tres ocasiones llegamos a tenerla a la vista, cantando despreocupadamente, siempre sobre una piedrecilla... Va a ser cierto aquello de que cuando menos te lo esperas, va el diablo y se pone de tu parte.
Mañana más, y seguramente mejor....

Una cogujada montesina Galerida theklae, muy abundante

Y un bisbita campestre Anthus campestris. La mala luz y la poca destreza paren malas fotos; pero es lo que hay...

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