Pues ya está; ayer hacia las diez de la mañana acabé mis estudios de tercer ciclo. Por sorteo se decidió que empezásemos por la letra “M”; y como no había nadie antes, pues me tocó inaugurar la sesión de presentaciones. Tanto mejor, porque así el distinguido público que vino a verme (¡gracias!) no tuvo que tragarse otras presentaciones esperando a que llegase mi turno... Otras presentaciones que estuvieron bastante bien, pero que todas menos una trataban de temas increíblemente arduos de fisiología vegetal. Cuando el tribunal les preguntaba (a todos) que qué tenía que ver aquello con la Biología de la Conservación (al fin y al cabo, el programa de doctorado iba sobre eso) más de uno tuvo que hacer el pino con las orejas para encontrar una relación plausible. Sin embargo ya estaba todo el pescado vendido, y al poco de salir del aula colgaba ya en el tablón de anuncios la lista de nuestras calificaciones: un “Apto” junto a cada nombre y a correr... (para mí que los del tribunal ya se trajeron el papel impreso de casa).
En fin; aunque se haya acabado el tercer ciclo, mi tesis sigue su curso, a ritmo lento pero constante. El único cambio tangible que se produce en mi persona tras la obtención del DEA es que, al no estar ya matriculado en nada el año que viene, me tocará pagar más para acceder a la piscina... Creía que estos últimos días antes de echar el cierre iban a ser muy despreocupados, pero realmente están siendo todo lo contrario y hay que acabar un montón de cosas antes de que nos marchemos; aunque no por ello me privo de acercarme a hacer unos largos a la hora de comer. ¡Ojalá tuviésemos playa...!
2 comentarios:
enhorabuena, sobretodo por sacartelo de encima. Yo estoy trabajando en ello arduamente. Saludos
Gracias Javi! Seguro que a ti también te sale muy bien...
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