8/10/11

Ni tanto ni tan calvo

Cuando ya nos habíamos olvidado de que estábamos apuntados, ayer la alarma del móvil nos recordó a Sofía y a mí que teníamos que asistir a la charla de una hora de Introducción a la Seguridad; obligatoria para todos los nuevos trabajadores de la Universidad, desde estudiantes de doctorado de primer año hasta profesores que peinaban las pocas canas que les quedaban, como el recién llegado español que se sentó detrás de nosotros. El 10 % de la charla fue bastante interesante; el resto temas tan básicos que deberían resultar obvios a cualquiera, pero bueno... Lo más divertido es que nos dieron una tabla con tooooooodos los cursos de salud y seguridad que se imparten en la Universidad (y todos son un montón, lo menos cincuenta): algunos, según en lo que trabajes, son obligatorios; los otros sólo extremadamente recomendables. Junto al nombre de cada curso, una casilla para tachar que ya lo ha hecho y otra para que el responsable del mismo firme, dando fe de que efectivamente lo has hecho...
Mientras, en la lista de correo interno de la Facultad, la mayoría de los mensajes son del responsable de seguridad: pidiendo disculpas por algo que está mal, bramando por alguna otra cosa que también estaba mal; y ofreciendo a la gente discutir los temas que no hayan quedado suficientemente claros. La pinta de rompehuesos que tiene el tío no invita precisamente a discutirle nada... Probablemente en Madrid, donde el que pregunta es que es tonto y la sensación es un poco de “si pasa algo mariquita el último”, necesitásemos un poco más de esto; pero sinceramente creo que lo que aquí tienen montado roza ya lo patológico.

2 comentarios:

bea miranzo dijo...

os veo muy bien!!!!! que envidia... DISFRUTA!!!!!

Antón Pérez dijo...

¡Anda! Otra que sale del blogarmario... aunque con una sola entrada mal se te puede llamar bloguera... :-p
¡Gracias por pasarte por aquí! :-) Y cuando te dejen los del máster ven a vernos...