Recuerdo que, cuando era pequeño, me gustaban especialmente los anuncios de whisky que aparecían en una revista (la Muy Interesante o la desaparecida Natura; puede que en ambas). No recuerdo la marca, pero sí que eran unos anuncios con evocadores paisajes escoceses y largos textos donde explicaban cómo filtraban el agua del río Spey con turba de las Highlands para conseguir el whisky más exquisito. El anuncio, más que ganas de beber, me las daba de viajar y de conocer aquellos brezales llenos de ciervos de las imágenes; lo siento por los publicistas. Ahora en Escocia los brezales y los ciervos ya los he visto; y ayer por fin me he enterado de cómo es el proceso completo de elaboración de esta famosa bebida: este fin de semana nos visitan los padres de Sofía, y con ellos fuimos a la Scotch Whisky Experience, una especie de museo-bar donde se ve la reproducción de una destilería y se organizan cursos de cata. Pues una cosa más que queda vista...
3 comentarios:
...y bebida.
Esa sin embargo.. no hace falta que la sumes a la lista de cosas que visitar con Sonia y Alberto. A diferencia de ti, jovenzuelo, a mi de pequeño no me interesaba en absoluto el proceso de construcción de alcoholes, y lo de las catas lo dejamos para paladares más afinados...
¿Los ciervos cuando?
¿El qué de los ciervos, la cata? Ahora empieza la temporada... :-p
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