Falta de tiempo y de ganas, que no de cosas que contar, me han hecho no actualizar esto hasta hoy. También que me gustaba ver a mi abuela ahí cada vez que entraba para acceder desde aquí a los blogs que tengo enlazados... Pero ya estoy de vuelta en Suecia, y hay que coger tono de nuevo.
Estos cinco días en España me han venido personalmente muy bien; y aunque sean tonterías las que os cuente ahora, no deja de ser cierto y evidente que, si Dios permite un mal, saca después de él bienes mucho mayores. He estado muy a gusto en casa con mi familia, a la que no contaba con ver antes de Navidad. Y me he sentido muy querido y acompañado por todos mis amigos, por vosotros que me leéis ahora, que os habéis desvivido en mostrarme vuestro apoyo personalmente y por los más diversos medios. Y os quedo (como siempre) en deuda, por ser tan amables.
Si bien en Orense ha sido un poco un no parar, porque tras el entierro se puso mi tía (hermana mayor de mi padre) mala y ha habido que estar también muy pendientes de ella, pude escaparme un rato con Javi el sábado por la tarde a dar una vuelta, comprobando que (¡oh, sorpresa!) todo seguía igual y alegrándome al poder visitar, como el año pasado (I y II), la exposición con las obras ganadoras del Wildlife Photographer of the Year de 2008. De nuevo un bicho blanco y negro no ha sido el ganador pero sí mi preferido; uno que espero tachar antes de volverme a España
Estos cinco días en España me han venido personalmente muy bien; y aunque sean tonterías las que os cuente ahora, no deja de ser cierto y evidente que, si Dios permite un mal, saca después de él bienes mucho mayores. He estado muy a gusto en casa con mi familia, a la que no contaba con ver antes de Navidad. Y me he sentido muy querido y acompañado por todos mis amigos, por vosotros que me leéis ahora, que os habéis desvivido en mostrarme vuestro apoyo personalmente y por los más diversos medios. Y os quedo (como siempre) en deuda, por ser tan amables.
Si bien en Orense ha sido un poco un no parar, porque tras el entierro se puso mi tía (hermana mayor de mi padre) mala y ha habido que estar también muy pendientes de ella, pude escaparme un rato con Javi el sábado por la tarde a dar una vuelta, comprobando que (¡oh, sorpresa!) todo seguía igual y alegrándome al poder visitar, como el año pasado (I y II), la exposición con las obras ganadoras del Wildlife Photographer of the Year de 2008. De nuevo un bicho blanco y negro no ha sido el ganador pero sí mi preferido; uno que espero tachar antes de volverme a España
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Antes de volverme a España, por cierto, dentro de cuatro semanas justas, el 2 de diciembre. Y además no espero volverme solo... Si Dios quiere y no surge algún contratiempo, Javi (el de Madrid) se vendrá los últimos días para pajarear a muerte... o todo lo “a muerte” que se pueda teniendo en cuenta que apenas tendremos horas de sol (je, mejor dicho, de luz; el sol a ver si lo veo en todo este mes...). Pues eso, un aliciente más para echar el resto en el laboratorio durante noviembre... ¡Nos vemos enseguida!
4 comentarios:
jejeje, ya decía yo que tardabas. A mi este año la que más me gustó fue la del buzo y la ballena la verdad.
Pues nada, nada; enlázala y ya salvas una entrada...
2009 no?
nada, censurame por duplicado. jejeje. gracias por darme ideas pa una entrada, ando liado. ;D
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