6/5/08

El fin de semana me sentó genial...

Dalí se decolora
porque esta lavadora
no distingue tejidos...


Tras dejar el domingo a Javi en el bus, corrí al encuentro de Jorge y Vero; habíamos aprovechado los descuentos del Día de la Madre (¡gracias, mamá!) para conseguir a buen precio entradas para Hoy no me puedo levantar; el musical que, tras tres años en cartel, sigue llenando a diario el Teatro Rialto.
Fue la mejor manera de concluir el puente; me lo pasé en grande. Las canciones de Mecano se van engarzando magistralmente en el argumento (la historia de dos chicos de pueblo que deciden ir a la capital para triunfar como músicos) y las cuatro horas se pasan volando. Recomendable para todos, sin duda.
A pesar de que los 80 fueron la década más importante de mi vida (en la medida en que pasé de la potencia al acto; y aprendí a caminar, a hablar, a leer y tantas otras cosas importantes), no puede decirse que estuviesen llenos de música para mí precisamente. Sin embargo, noté sorprendido que me sabía casi todas las canciones; y, las que no me sabía, me sonaban. Y esto es mucho más de lo que puedo decir del resto de grupos de la década; no digamos ya de los actuales. En fin, será que andamos justos de genios...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya veo, ya que las compañías obran milagros!Cuatro horas de musical? Salida nocturna? Y que cuando voy yo no quieras ni salir a comer! Te lo tendré en cuenta, no te preocupes! Y que sepas que lo poco que tus orejas oyeron de música es gracias a la "carca y aburrida" de tu hermana...que como no tiene más remedio, te quiere, que si no...

Anónimo dijo...

No te quejes mujer,eso es por quererle demasiado y el lo sabe ;seguro que con algo te está compensando.

Besitos
Rofema

Antón Pérez dijo...

¡Huy qué leria de familiares anónimos...!