Un puente completito

En la Plaza del 2 de Mayo; sin lecheras, este año

El viernes por la noche, en algún punto de la Calle de Alcalá entre Sol y Cibeles:
- El turista despistado: “Oye, perdona que te pregunte, perooo... ¿De dónde venís, tanta gente?”
- Yo: “No; no venimos, vamos, que no es lo mismo...”

Aunque creí que nunca llegaría ese momento, finalmente alguien ha venido a Madrid ex profeso para visitarme (aunque con un día de retraso respecto a la fecha prevista; pero se le perdona): Javi (el de Coruña) lleva aquí desde el 1 por la noche, y se queda aún hasta esta tarde.
El 2 tocó gastar suela visitando “el Madrid visitable”; de Plaza de España al Retiro y de Tribunal a Atocha, hasta decir basta. Por la tarde intentamos acercarnos a los dos espectáculos principales preparados por la Fura des Baus para festejar el bicentenario de la revolución de los madrileños: en la Plaza Mayor contemplamos a lo lejos las orejas de los caballos que representaban la carga de los mamelucos, y por la noche divisamos de lejos a los acróbatas que eran fusilados a 50 m de altura (1, 2, 3, 4 y 5)... En fin, había demasiada gente. Por lo menos entre tanta gente también había varias personas, como las que fuimos a cenar y después a dar una vuelta y sacarnos fotos por Malasaña.

Y ayer, día de museos. Por la mañana, el de Ciencias Naturales, donde hay varias exposiciones temporales muy entretenidas. Y por la tarde el plato fuerte: Bodies: The Exhibition. La entrada es cara, pero merece sobradamente la pena. Los cuerpos preservados de alrededor de medio millón de chinos están primorosamente preparados para mostrar distintos aspectos de la anatomía humana, haciendo de la visita algo nada desagradable y sumamente didáctico, apto desde luego para todas las edades.