Este fin de semana ha estado Compostela por Madrid, y quedé con él esta mañana para cultivarme un poco, que no todo van a ser pájaros. Así que, empezando en la Plaza de Colón y acabando en la de Callao, nos hemos dedicado a ir de monasterio en monasterio a la caza de imágenes de Gregorio Fernández (y no Hernández, como sostenían las minimonjitas de San Plácido), de cuyas obras se enamoró Ángel en sus años universitarios en Valladolid. Un Cristo yacente en San Plácido, y otro y una Flagelación en la Encarnación; no de lo mejorcito del artista, según el entendido, pero suficiente para mí.
En otro orden de cosas, el Ayuntamiento y la SEO se han sacado de la manga hoy un Festival de las Aves, y Vero estuvo todo el día atendiendo una mesa informativa en el Juan Carlos I. Me pasé a verla a última hora, en desagravio por haberme ido ayer a tachar sólo con Javi, y dando después un gran paseo por el propio Juan Carlos I tuvimos la fortuna de ver primero un ave muy rara dentro de la ciudad: un martinete Nycticorax nycticorax. Y, para sorpresa de ambos, poco después un ave aún menos usual: nada más ni nada menos que un charrancito Sterna albifrons, bimbo para ella :-)
…Un día completo, vaya.
En otro orden de cosas, el Ayuntamiento y la SEO se han sacado de la manga hoy un Festival de las Aves, y Vero estuvo todo el día atendiendo una mesa informativa en el Juan Carlos I. Me pasé a verla a última hora, en desagravio por haberme ido ayer a tachar sólo con Javi, y dando después un gran paseo por el propio Juan Carlos I tuvimos la fortuna de ver primero un ave muy rara dentro de la ciudad: un martinete Nycticorax nycticorax. Y, para sorpresa de ambos, poco después un ave aún menos usual: nada más ni nada menos que un charrancito Sterna albifrons, bimbo para ella :-)
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