20/12/11

Rutinas de las 7:30

La oscuridad de las noches más largas del año. Blasco de Garay, sin coches y con perros. Cea Bermúdez con Andrés Mellado: huele bien, un nisperero (qué cursiladas escribía hace tres años...). Cristo Rey; hoy Llamazares ha debido de madrugar más de lo acostumbrado. Los tres termómetros en las marquesinas del autobús (3, 1, -1… perdiendo urbanidad y calor a un tiempo). La cola para entrar al parking del Clínico y el atasco de los que no quieren entrar. Los coches y las caras de siempre (el viejo Renault con la madre y el hijo ya crecidito, camino del instituto; la señora del Mini rojo, de pelo corto y canoso; la chica muy maquillada que siempre se queda dormida; “Biznaga: flores y plantas”…). Bocas que se abren (yo no: con la cara rígida y los labios cortados bostezar es un lujo muy doloroso). El pinar de Medicina: oscuridad total. Esquivar a las sombras que se mueven silenciosas en el último momento y los charcos de memoria. Africanos tiritando. Esquina de Montes, un petirrojo. La fatua sensación de tener el control que da encender por la mañana las luces de la planta 9. La aurora abriéndose paso entre el humo de Madrid, al fondo, por la ventana.

3 comentarios:

Ángel Ruiz dijo...

Oye, Antón, qué bueno, qué bien escrito (y qué bien mirado antes).

Antón Pérez dijo...

Jajaja, gracias :-) Aunque estoy seguro de que si no hubiese mentado la aurora no habrías comentado...

Ángel Ruiz dijo...

No, no: ya te iba a poner entre mis +1 antes de leer el final.