Menudean últimamente en Internet las webcams enfocadas hacia nidos de diversas especies, ofreciendo al visitante virtual imágenes de las confiadas aves que, de otra manera, le estarían prácticamente vetadas. La que hoy os enlazo, de unos halcones peregrinos, no lo hago ni por su exclusividad ni por su espectacularidad, sino porque son mis "vecinos": en efecto, se trata de los halcones del Museo de América, que anidan a tres pasos de mi casa, a los que veo de vez en cuando al volver de la Facultad y de los que os he hablado en más de una ocasión. Anda estos días la hembra ocupándose de incubar sus huevos, a los que ya no les debe de faltar nada para eclosionar, y actividad, lo que se dice actividad, no hay mucha: contempla curiosa el panorama, para ambos tan familiar; dormita a ratos y, muy de vez en cuando, se despereza y come de alguna de las palomas que de tarde en tarde le lleva el macho. En la imagen de la cámara se ve en primer plano el patio del Museo. Detrás, el templete que cobija la imagen de la Inmaculada, a las puertas del pinar que atravieso cada día camino del trabajo. Más allá el Hospital Clínico, diversos edificios y al fondo, como siempre, las Cuatro Torres. Que lo disfrutéis...
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