Tras plácido fin de semana por el Jerte tocaba volver un poco al pajareo radical, para aprovechar algo este mes de abril que se está prodigando en citas interesantes por toda España… Javi y yo nos marcamos como objetivo un ejemplar de avefría sociable Vanellus gregarius que lleva viéndose cerca de un par de semanas en unos prados en Boecillo, al sur de Valladolid capital. Esta especie amenazada, que cría mayormente en Kazajstán e inverna en África oriental y la India, es sin embargo más o menos regular en nuestro país, siendo raro el año en que no se dejan ver un par de ejemplares.
El bicho parecía más o menos estabilizado en una zona concreta a una distancia en coche asumible desde Madrid; y además a Javi, tras ver una de las inevitables fotos de Sagardía del ave en la que sale con un alacrán cebollero en el pico, se le ocurrió el sugerente titulo que encabeza esta entrada: el viaje estaba más que justificado. Carmen, novia sufridora, nos acompañaría además…
El bicho parecía más o menos estabilizado en una zona concreta a una distancia en coche asumible desde Madrid; y además a Javi, tras ver una de las inevitables fotos de Sagardía del ave en la que sale con un alacrán cebollero en el pico, se le ocurrió el sugerente titulo que encabeza esta entrada: el viaje estaba más que justificado. Carmen, novia sufridora, nos acompañaría además…
a
Pero las horas iban pasando inexorablemente, la avefría sociable no se dignó aparecer y nos volvimos a Madrid un puntito cabreados con el mundo… Y como no podía ser de otra manera, al mirar por la noche el correo resulta que otro la consiguió ver ayer mismo a última hora, poco más de una después de que nos fuéramos… Así es la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario