Por si no tuviésemos bastante con ver el año pasado a los políticos castellano leoneses colgándose medallas por “controlar” una plaga de topillos que remitió de forma natural; ahora un estudio del CSIC demuestra que, en las zonas que alegremente se sembraron con veneno, la acumulación de cadáveres de roedores propició la aparición de brotes de tularemia entre la población, una zoonosis (enfermedad que salta de los animales al hombre) que no le deseo a nadie. Por no hablar de los conejos, liebres y perdices envenenados al comer los cebos destinados a los topillos (apelando sólo a la parte económico/humana del asunto...).
1 comentario:
Juassssssssssssssssssssss. Anda que no hay incompetentes. Tularemia, genial. Y encima zoonosis, como bien dices. eso sí, en cuanto nombras el tema zoonosis la administración suele ponerse y consultan las cosas con quien deben (aunq a veces es tarde..).
ya estoy por aquí, por cierto. Mañana te doy un toque. Como vi que estabas acatarrado no te llamé. ;D
Publicar un comentario