Antiguo monasterio franciscano, a un paseo (largo) de nuestra casa de la aldea. La iglesia todavía usable (que no en uso), el resto desamortizado y saqueado; sus piedras formando mayormente parte ahora de las paredes de casas y cortes de los alrededores.
En dos semanas justas, de vuelta allí. Venid a verlo, antes de que se acabe cayendo de puro viejo. Venid a verme, antes de que me pase a mí lo mismo...
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