Ayer tarde, después de comer y antes de asistir a los coletazos agónicos del curso de Maxent, nos fuimos tres a dar una vueltecilla por el Retiro. Y en el Palacio de Cristal nos encontramos con la última performance de performances de la artista francobosnia (¡toma ya! Eso es un +1 en gafapastismo...) Maja Bajevic, Continuará. Pero antes de continuar yo mismo relatando lo que vimos, quiero que os leáis detenidamente el texto (todo, sí) que explica lo que allí se podía ver y su significado. Para que no cometáis el error de adelantaros y seguir leyendo la entrada, cuelgo un par de fotos de bichos que ocultan lo que sigue...
Una lagartija balear Podarcis lilfordi giglioli de Dragonera; ¡anda que no ha llovido ya...! 
Y un par de vacas mallorquinas, tumbadas felices en S'Albufera.
¿Ya está? ¿Ya habéis leído todo? Pues esto es lo que había dentro: ni más ni menos que cuatro cristales sucios y un tobogán.
Un tobogán recocido al sol, y en que encima te quedabas frenado a mitad de recorrido. Benditos hartistas...
2 comentarios:
Pfff. A mí ya no me aportó nada de la otra vez que lo vimos. Encima hacia un calor chungo ahí dentro..
Totalmente de acuerdo con tu entrada de "harte"
... Y eso que estábamos en Semana Santa y tampoco es que hiciese muy buen tiempo. Pero entonces no nos tiramos por el tobogán; eso que te saco ahora de ventaja :-p
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