Con julio ya casi mediado, empecé el lunes el segundo de los cursos a los que me he apuntado este año: este sobre el uso de programas de información geográfica para elaborar modelos de distribución de especies. Que en Madrid, tras una semana de relativa calma, vuelva a apretar el calor con fuerza, supongo que es un consuelo perfectamente tonto para pasarse en el aula con aire acondicionado de nueve a siete y media... pero poco más. La verdad es que este curso me pilla ya muy cansado, deseando empezar el lunes el trabajo de campo para cambiar de aires y con la cabeza en cualquier parte menos en si Maxent come archivos con extensiones .csv o .shp... y pese a todo, hasta aprendo. Supongo que incluso sobreviviré.
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