Pudo haber sido tantas veces... Pudo haber sido de chaval, cuando en España los críos caían como moscas sin que la gente llegase a lamentarlo. Pudo haber sido en la guerra, el día de San Antonio de Padua en que una bomba explotó a su lado dejándolo medio enterrado pero sin causarle ningún mal, milagro que siempre atribuyó a la intercesión de su santo Patrón. Pudo haber sido cualquiera de los días en que las cosas se le tuercen a un Policía Nacional estando de servicio. Ya mayor, pudo haber sido el corazón, que tantas veces le operaron; o la vesícula, o cualquiera de las operaciones de cadera, o el cáncer de próstata... Pero mi abuelo, que era de esa gente de otra pasta, con una voluntad de vivir que desafía lo humanamente comprensible, fue tirando admirablemente bien hasta que hace unas horas, a los noventa y ocho años y medio, el Señor se lo ha llevado a encontrarse de nuevo con mi abuela...
Y aquí nos quedamos nosotros. Tristes, pero con la esperanza cristiana en la Resurrección. En un par de horas subo a Orense a participar mañana en el entierro; y como hace tres meses se agradecen las oraciones, que es lo mejor que podéis hacer. Muchas gracias a todos :-)
Y aquí nos quedamos nosotros. Tristes, pero con la esperanza cristiana en la Resurrección. En un par de horas subo a Orense a participar mañana en el entierro; y como hace tres meses se agradecen las oraciones, que es lo mejor que podéis hacer. Muchas gracias a todos :-)
1 comentario:
Lo siento muchísimo Antón. Mis más sentidas condolencias para los tuyos y para ti. En este momento mandaros a todos un fuerte abrazo.
Descanse en paz.
Publicar un comentario