3/10/08

Not so long time ago, in a not at all so far place...

- ¿También analizando sangre de currucas puede uno hacerse santo?
-También, también...

Madrid, 2 de octubre de 1928. San Josemaría, a la sazón un joven sacerdote que, en sus propias palabras, sólo “tenía 26 años, la Gracia de Dios y buen humor; nada más”, se encuentra haciendo unos días de retiro espiritual en la casa de ejercicios de los PP. Paúles (C. García de Paredes, 45). Mientras rezaba en su cuarto, de repente el Señor le hace “ver” el Opus Dei. Como música de fondo de esta inspiración divina, se escuchan las campanas de Nª Sª de los Ángeles (Bravo Murillo, 95), que celebra sus fiestas parroquiales... 80 años más tarde los miembros de la Obra se cuentan por decenas de miles; y gracias a Dios somos aún muchos más los que de ellos hemos aprendido a hacernos santos en medio del mundo, santificando el trabajo y demás tareas cotidianas por amor a Cristo, a su Iglesia y a todos los hombres. Por eso, para celebrarlo y aprovechando que esas dos iglesias están muy próximas a mi casa, me acerqué ayer hasta ellas a rezar un poquillo, por vosotros y por mí (que los que me conocéis más sabéis que me faltan aún en esto muchos petisuís...)
De los santos que en el mundo han sido nos quedan detalles de sus biografías, textos si los han escrito, instituciones por ellos fundadas... Pero de pocos testimonios tan claros como un vídeo. Y si de San Josemaría tenemos todo esto, ¿por qué no aprovecharlo?


No hay comentarios: