10/5/15

Pintor (de) Rosales

 Las obras de arte, desde una estatua hasta un edificio, coinciden en que por regla general uno puede disfrutar de ellas en cualquier momento. Esto no suele ser así con los espectáculos naturales, pues si bien uno encuentra cosas que ver en Monfragüe por ejemplo sin importar el mes del año, el paso de las estaciones se hace notar, y es distinto lo que se ve en función de la época. Y hay cosas que no están disponibles más que durante breves días, por ejemplo en lo tocante a la floración de ciertas especies: desde las espectaculares imágenes de los desiertos floridos tras lluvias que tienen lugar una vez cada varios años... hasta, más modestamente, disfrutar de las rosaledas del Retiro o el Parque del Oeste.

 Pensando en dónde quedar con Sonia ayer, se me ocurrió que la rosaleda del Parque del Oeste debía de estar en pleno apogeo, y por suerte no me equivocaba.

 Cada una en su parterre, las rosas de variedades antiguas y modernas, identificadas con su cartela, atraían a visitantes y abejas por igual; y supongo que entre tanta variedad todos encontramos las que más nos gustaron.

 A mí me tiran más los rosales de flores simples, que crecen formando matas generosas de hojas pequeñas y son los que más recuerdan a las rosas silvestres.

 Otro más, bien bonito que es. Hace poco os hablaba aquí del origen de las flores dobles, y la verdad es que no me acaban de convencer las flores que no sirven para reproducirse, para lo que se supone que tienen que servir. Será una defrmación profesional de ecólogo evolutivo...

 Sonia, claro, me llamaba de todo por dar preferencia a esas flores "sosas de campo", e insistió en que retratase también alguna de las más clásicas. No me quejo y lo hago con gusto, que no dejan de ser muy bonitas.

 Simples, semillenas o llenas, con y sin espinas, miniatura o enormes, creciendo en matas rastreras o en rosales trepadores de varios metros, antiguas o modernas... seguro que alguna os convence más que las demás. O a lo mejor acaban gustándoos más los nenúfares del estanque central, que también eran muy bonitos. Daos prisa en ir en cualquier caso que no ha de durar mucho el espectáculo... o id pensando en apuntaros las fechas para el año que viene.

Yo creo que repetiremos...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues si, todas tenian al final su belleza. ¿Y los aromas? Alli que estuvimos esnifando todas las flores como jipis. Y, amigo, se te olvido nuestra foto del final. :(

Antón Pérez dijo...

No se me olvidó, no, pero tú misma viste que salimos bastante más desfavorecidos que en las fotos individuales... eso nos pasa por pedirle el favor a la primera persona que pasa.