Parece mentira lo profundamente que se le quedan a uno los prejuicios que va mamando desde pequeño, pero así sucede. Y entre otros tantos que tendré, más o menos evidentes para mí, está (y con enorme vergüenza lo digo) la tendencia a mirar por encima del hombro a los portugueses. Una estupidez como tantísimas otras...
Precisamente estos meses un portugués, Ricardo (uno de nuestro grupo al que poco le queda para leer la tesis), es la persona de la Facultad que más nos ha ayudado a integrarnos. Será por compartir con él un carácter más mediterráneo, tal vez, no sé; pero nos entendemos con él mucho mejor que con cualquiera de los demás: nos invita a hacer cosas y nos acompaña cuando le invitamos, cena con nosotros y cenamos en su casa (conejo, el lunes; y mira que hacía tiempo que no lo comía...), soporta todas nuestras bromas y aprovecha la mínima para meterse con nosotros... No creo que llegue a leer esto nunca, pero aquí queda: un pequeño homenaje.
Precisamente estos meses un portugués, Ricardo (uno de nuestro grupo al que poco le queda para leer la tesis), es la persona de la Facultad que más nos ha ayudado a integrarnos. Será por compartir con él un carácter más mediterráneo, tal vez, no sé; pero nos entendemos con él mucho mejor que con cualquiera de los demás: nos invita a hacer cosas y nos acompaña cuando le invitamos, cena con nosotros y cenamos en su casa (conejo, el lunes; y mira que hacía tiempo que no lo comía...), soporta todas nuestras bromas y aprovecha la mínima para meterse con nosotros... No creo que llegue a leer esto nunca, pero aquí queda: un pequeño homenaje.
2 comentarios:
Bien dicho Antón! Sí que es cierto lo que comentas. En cmbio otros vecinos que presentan de verdad un desprecio mucho más patente a veces... Y no digo más. xD
¿Por quién lo dices, por los vigueses? :-p
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