Tras pasar el día en el Botánico y cenar por ahí, quisimos echar un rato en uno de tantos pubs con música en directo que hay en esta ciudad. El primero en que probamos fortuna estaba lleno, y cuando nos íbamos uno del grupo, señalando un cartel, preguntó que por qué no íbamos al céilidh que estaba allí anunciado. Para gran consternación mía la gente no opuso especial resistencia, y acabamos todos en el Southside Community Center, el local social de nuestro barrio (en una antigua iglesia, cómo no), pagando una pasta por la entrada para sufragar los gastos de las actividades del centro. Cuando entramos, la verdad, se nos cayó un poco el alma a los pies, porque nos encontramos con un polideportivo como de colegio con un grupo tocando en una esquina y apenas tres o cuatro parejas bailando como bailan los viejos en las aldeas... pero el asunto empezó enseguida a animarse: en cada pieza el vocalista del grupo iba pidiendo que saliera la gente, explicaba someramente los pasos y todo el mundo se ponía a la tarea. Como apenas un puñado de los asistentes dominaría los diferentes bailes, girando y taconeando todos tropezábamos continuamente entre nosotros, ofreciendo me imagino un espectáculo bastante lamentable. Salvo un par de vídeos de pros que he visto por ahí, la inmensa mayoría de los céilidh de YouTube, como este que os enlazo, son de gente medio achispada en bodas y demás; y más o menos esto es a lo que nos dedicamos durante cuatro horas el sábado por la noche... no se puede decir que dominemos ya los entresijos del folklore escocés, pero reír nos reímos un rato; y gimnasia yo ya he hecho para lo que me queda de estancia.
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