23/6/11

Los halcones que no he visto

Hoy desde el tren había milanos para aburrir; pero justo hoy, lo que me apetecía era ver halcones. Y salvo por los cumplidores primillas zamoranos, me he quedado con las ganas. No me hubiera importado nada ver alguno de los halcones de Eleonor que vaguean estos días por los pinares pucelanos, atiborrándose a escarabajos sanjuaneros antes de volver a la costa para criar. Me hubiera encantado haber sorprendido un alcotán (uno de mis favoritos, con sus pantalones rojos) saliendo como una centella desde el interior de un chopo de la vega del Duero para abatir limpiamente alguna golondrina, siempre tan pagadas de sí mismo, volando perfectamente inconscientes de lo bien que lo hacen. En última instancia me hubiera conformado con ver un abejero, al que antes aún llamábamos también halcón, sobrevolando ya en Galicia las laderas fragosas, blanqueadas estos días por las fragantes candelas de los castaños... Todo, todo me lo dejo para el viaje de vuelta. De momento ya me llega con una madre recién jubilada, una cocina recién reformada y una casi recién sobrina, pues crece a ojos vista y cada vez parece una niña nueva...
Mañana, más.

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