El Supremo ratifica por fin lo que ya se sabía: que las obras proyectadas para desdoblar y transformar así en autovía la carretera M-501 (la llamada “carretera de los pantanos”, que conduce al extremo suroeste de la Comunidad de Madrid) son ilegales por haberse saltado el gobierno regional multitud de trámites, a sabiendas de que dichos trámites darían un veredicto desfavorable al proyecto. La sentencia obliga a paralizar las obras y, en su caso, recuperar lo ya destruido... ¡ja! ¡JA, JA, y JA! Bonitas palabras, si no fuese porque llegan cuando la carretera está ya acabada, a la espera de las elecciones de mayo para su inauguración. Y detrás una laaarga historia de juicios ganados y sentencias recurridas; una y otra vez... otro capítulo más en la política de hechos consumados (aka “por mis cojones”) que caracteriza la sensibilidad medioambiental de nuestros políticos. Me río yo de la “restauración a su estado original” que van a hacer ahora de los cientos de hectáreas arrasadas en la mejor masa de bosque mediterráneo de la comunidad... en fin; a ver cuál es la siguiente.
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PD. Casi casi lo que más pena me da es el odio visceral de los comentaristas de la noticia; cosa que en El Mundo (y en el mundo) tampoco es novedad...
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