De aquí
Nunca he puesto demasiado empeño en aprender inglés, y de hecho mis calificaciones en esta materia no destacaban precisamente mientras estaba en el colegio; pero a fuerza de usarlo en el día a día tanto en el trabajo como en mi tiempo libre las cosas se van quedando y considero que tengo un nivel medianamente aceptable.
De todas maneras, nunca me había atrevido a leer un libro “de verdad” (y no las guías de pájaros ni las adaptaciones de lectura obligatoria de Penguin Readers) en inglés. El que veis arriba, regalo de Javi de mi último cumpleaños, ha sido el primero. El tema va de plumas, como (casi) siempre; en concreto son una serie de historias acerca del mundo del pajareo en general y de la caza de rarezas en particular en el contexto británico a cargo de Stuart Winter, periodista que redacta habitualmente columnas sobre el tema en varios periódicos ingleses. Nombres propios (de personas y de aves), historias de avistamientos completamente inverosímiles, de viajes alocados, de celos, traiciones y engaños que resultan casi increíbles, llenan 200 páginas la mar de entretenidas y de lectura recomendable.
El libro, por otra parte, supone un duro enfrentamiento con el inglés “auténtico”, y muchas palabras y expresiones resultaron completamente nuevas para mí. He de confesar que soy tan vago que, en vez de coger un diccionario, siempre confío en que el significado de las mismas acabará deslizándose en el contexto... y a veces sí, pero muchas otras no. Por si os animáis a leerlo (o si queréis echaros unas risas sin más), aquí os dejo un enlace con muchos términos específicos del twicheo más genuino. Porque nunca está de más saber idiomas...
De todas maneras, nunca me había atrevido a leer un libro “de verdad” (y no las guías de pájaros ni las adaptaciones de lectura obligatoria de Penguin Readers) en inglés. El que veis arriba, regalo de Javi de mi último cumpleaños, ha sido el primero. El tema va de plumas, como (casi) siempre; en concreto son una serie de historias acerca del mundo del pajareo en general y de la caza de rarezas en particular en el contexto británico a cargo de Stuart Winter, periodista que redacta habitualmente columnas sobre el tema en varios periódicos ingleses. Nombres propios (de personas y de aves), historias de avistamientos completamente inverosímiles, de viajes alocados, de celos, traiciones y engaños que resultan casi increíbles, llenan 200 páginas la mar de entretenidas y de lectura recomendable.
El libro, por otra parte, supone un duro enfrentamiento con el inglés “auténtico”, y muchas palabras y expresiones resultaron completamente nuevas para mí. He de confesar que soy tan vago que, en vez de coger un diccionario, siempre confío en que el significado de las mismas acabará deslizándose en el contexto... y a veces sí, pero muchas otras no. Por si os animáis a leerlo (o si queréis echaros unas risas sin más), aquí os dejo un enlace con muchos términos específicos del twicheo más genuino. Porque nunca está de más saber idiomas...
2 comentarios:
Caradura, ¿Y la Escuela de idiomas?
¡Dónde va ya que ni la huelo...!
Publicar un comentario