7/10/09

Krankesjön

Estoy disfrutando de esta estancia, pero las cosas en el laboratorio no acaban de salir del todo bien... Así que, como me estaba rayando demasiado, y así es más fácil aún equivocarse y liarla más, decidí tomarme ayer la mañana libre y pajarear un poco “de verdad”; nada de paseítos de vieja alrededor de casa... Mi destino fue el lago de Krankesjön, apenas 10 Km al este de mi casa. Los alrededores del mismo son zona militar, con lo que al no haber mucha actividad humana se conserva bastante bien.
a
Y, como realmente ha sido una mañana memorable, vamos primero con los "peros", que no todo es de color de rosa...
- Pero Nº 1. Me he ido con mal sabor de boca y la sensación de pagar la novatada. In situ era fácil darse cuenta de que la orilla norte del lago, la parte a la que pude acceder después de una buena pateada desde la parada del bus, no es la más adecuada para pajarear: Tiene un bosque de ribera muy cerrado y apenas unas cuantas entradas hasta el agua. Además la mayoría de las aves se concentraba en el borde sur, y claramente no por casualidad se veían allá lejos un par de observatorios; pero ni idea de cómo llegar hasta allí, y parece claro que no sin vehículo propio...

- Pero Nº 2: Tenía pensado darle caña a los pajarillos, pero está claro que va a haber que esperar a que los árboles se descarguen un poco de hojas... Volví a casa con la impresión de dejarme olvidada media lista de la compra; puntitos marrones apenas visibles en la punta de los árboles...

Desde aquel día en A Frouxeira tengo pesadillas recurrentes con balsas de fochas que se mueven de un lado a otro y bucean sin parar, ocultando cualquier cosa distinta que pueda nadar entre ellas (¿veis al “raro” en la foto de arriba? Es fácil...); de no haber sido por Javi me hubiera rendido mucho antes... Ayer, sin “Javis” que valgan, hubo que apechugar; y el esfuerzo ha merecido la pena: No han sido ni una ni dos ni tres, sino cuatro las nuevas especies que me he tachado hoy:
- Los primeros fueron un par de ánsares caretos Anser albifrons que me pasaron por encima nada más llegar; inconfundibles con su frente blanca y los brochazos negros de su vientre...
- Al rato se sumó al carro una gaviota enana Larus minutus, que revoloteaba en el centro del lago, rozando apenas de vez en cuando la superficie con el pico. Esta gaviotilla realmente enana inverna en alta mar, pero supongo que ante las tormentas que sufrimos hasta hace nada el adulto de hoy decidió buscarse la vida en aguas más calmadas...
- El mejor momento del día vino cuando, cicleando a escasa altura justo frente a mis narices y en compañía de tres busardos ratoneros, apareció (ahora sí) mi primer busardo calzado Buteo lagopus: una hembra adulta preciosa, clavada a la de la página 89 de la Svensson. Y además poderla comparar en directo con sus primos "del sur" fue ya la tarte à la crème...

- Y para rematar el asunto me pasó también por encima a media mañana una “V” de barnaclas cariblancas Branta leucopsis enfiladas hacia el sur.

Y a mayores de las novedades el día también ha estado muy animado: Mis segundos porrones osculados Bucephala clangula (lástima de la distancia...), mucho cisne vulgar (es impresionante el ruido que meten con las alas al pasar volando), un águila pescadora... Un poco de todo. Y lo que no son pájaros: Por ejemplo, en el lecho limoso del arroyo de la foto de arriba, que se dirigía calmadamente a morir en el lago, había...

¡Náyades! (almejas de agua dulce). No voy a decir que fue de las cosas que más ilusión me hizo encontrar porque me sé de uno que se escandalizaría al oírlo; pero lo cierto es que sí tenía muchas ganas de ver en directo estos grandes bivalvos; y como no era algo que tuviese en absoluto en la cabeza para hoy, pues mayor ha sido el gozo.

¿Más cosas? Multitud de pequeñas ranas bermejas Rana temporaria que saltaban por la hierba húmeda.

Mientras que ahí estaréis empezando a salir al monte, si es que ya ha remitido algo la sequía, aquí la temporada de setas ya se ha pasado. Sin embargo aún quedan ejemplares tan curiosos como la piel de naranja Aleuria aurantia, un hongo realmente llamativo.

Y, como hay quien no se cree que esté yo aquí y pide fotos a gritos, pues aquí me tenéis, tan feo como siempre...

7 comentarios:

Anónimo dijo...

te comiste la almeja?

Antón Pérez dijo...

Sabes de sobra que esas grandes son muy duras...

Vero dijo...

¡Bieeeeen! Me alegro por tus bimbos. Y gracias por hacerme caso ;)

Antón Pérez dijo...

A ti por comentar :-)

Javi Pato dijo...

"Los alrededores del mismo son zona militar...". Jeje. Pues que bien ¿no?. Eso de que no pise nadie y seconserve tan bien igual es por algo. Jajajaja. ;D

Antón Pérez dijo...

¿¿¿??? Si precisamente es eso lo que digo, Javi. Como están los militares pues no hay casas, ni huertas, ni pasan coches...

Javier dijo...

Al niño le sale una jornada de campo redonda y encima pone peros!! Quién pillase esa gaviota y el lagopus!!
Enhorabuena de nuevo!!
Qué ganas de montar un STT, ya que recuerdas el memorable día de Vldoviño.
Y cuanto daño hace la Quercus...en cuanto empiecen a publicar el Primilla, el Norr y hagan un apartado para SEO/Soria me doy de baja definitivamente...