El viernes por la noche consultamos el pronóstico meteorológico y la previsión no podía ser peor; sin embargo, a la vista está lo soleado que se levantó el sábado... Al salir de Coruña cometimos el error de querer acercarnos al embalse de Cecebre, que ninguno de los dos conocíamos, pues allí se había citado un ánsar nival Anser caerulescens. El bicho no olía muy bien, porque aunque volaba perfectamente, no estaba anillado y tenía el plumaje en perfecto estado (esto es, no parecía proceder de cautividad); nada más llegar se había juntado con un grupo de gansos domésticos que hay allí y se mostraba confiado en exceso. Nos perdimos buscando el embalse y, cuando llegamos, comprobamos consternados que lo que creíamos sería algo relativamente pequeño recordaba más bien a un mar interior. A pesar de todo, encontramos el grupo de gansos domésticos, pero al nival no lo vimos por ninguna parte...
De allí fuimos directamente al que prometía ser el plato fuerte no ya del día, sino de todo el GTT: la laguna litoral de A Frouxeira, en Valdoviño. Allí se estaban viendo nada menos que cinco rarezas neárticas, además de otras especies europeas que tampoco habíamos visto. Gracias a las precisas indicaciones de Antonio Gutiérrez, un excelente ornitólogo gallego, llegamos sin problemas a la cola de la laguna. De nuevo nuestras previsiones resultaron equivocadas: esperábamos tropezarnos con relativamente pocos bichos y más o menos separados entre sí, pero lo que encontramos fue una enorme masa móvil de fochas y patos buceadores en el centro de la laguna, que además no paraban de moverse y sumergirse.
Al rato de estar mirando bichos Javi localizó un macho de porrón pardo Aythya nyroca (un pato que se ha vuelto muy raro en Europa Occidental, bimbo para ambos) y al mismo tiempo yo la primera rareza, una hembra de porrón acollarado Aythya collaris (la misma especie que el macho de Orense). Cuando quisimos intercambiarnos los telescopios ambos perdimos nuestras respectivas presas y, algo frustrados, decidimos dar la vuelta a toda la laguna para seguir intentándolo por el otro lado... Pero desde la otra orilla los bichos parecían estar aún más lejos, y además nos daba el sol de frente, así que regresamos a nuestro puesto original. Tratando de mantener la cabeza serena, Javi localizó admirablemente rápido la que sin duda sería la rareza del viaje: una focha americana Fulica americana, la 3ª que se cita en España; un animal supersimpático además. Al poco rato localicé y taché yo mismo al porrón pardo; y algo después el último bimbo que haríamos en el día, un macho de primer invierno de porrón bola Aythya affinis. Bastante cansados ya, nos fuimos; sin haber conseguido sacar ni a la hembra de cerceta aliazul Anas discors ni al avetoro Botaurus stellaris, pero muy contentos...
Playa de Valdoviño
A Javi el intenso sol y el esfuerzo de concentración que requiere el telescopio le levantaron un fuerte dolor de cabeza, así que mientras él se recuperaba durmiendo un rato en el coche yo comí y me di una vuelta sin más pretensiones por la playa. Algo más tarde, ya repuesto Javi, emprendimos camino de Cedeira. Allí no deberíamos haber tenido mayor problema en encontrar nuestro siguiente objetivo, una gaviota de Delaware Larus delawarensis que vuelve todos los años a invernar en la misma parcelita de la playa de la villa (esta especie americana fue retirada de la lista de rarezas hace unos años, debido al gran número de citas que de la misma había todos los inviernos; y de repente parece haberse vuelto escasísima otra vez); pero por supuesto, no estaba... En fin; otra que se nos quedó. Por lo menos Javi ya la había visto este verano en Nueva York.
Más al norte aún. Llegamos ya de noche a Ortigueira y, tras reservar habitación en un hostal a la entrada del pueblo (más que a la entrada, fuera: sólo estaban el hostal, un Eroski y una gasolinera) atendido por el que parecía ser el hermano feo del actor Benito Pocino, fuimos a cenar espléndidamente a un bar del puerto. Y a la cama tan contentos; sin tener ni idea de la cantidad de cosas que iban a pasar al día siguiente...
Más al norte aún. Llegamos ya de noche a Ortigueira y, tras reservar habitación en un hostal a la entrada del pueblo (más que a la entrada, fuera: sólo estaban el hostal, un Eroski y una gasolinera) atendido por el que parecía ser el hermano feo del actor Benito Pocino, fuimos a cenar espléndidamente a un bar del puerto. Y a la cama tan contentos; sin tener ni idea de la cantidad de cosas que iban a pasar al día siguiente...
3 comentarios:
No era tan aburrida... un poca larga sí.
¿Qué es una "coda"? ;)
Besos
Jajaja, no me esperaba el último hipervínculo...esa misma foto deben tener en la comisaría de Ortigueira, y es que hoy por hoy debe ser el principal sospechoso...(más detalles en la siguiente entrada)
Y sí, efectivamente, espléndida cena y espléndida propina (más detalles en persona y en privado)
Y la verdad, se me ha hecho bastante corta, a diferencia de a mi compañera de ordenador...jeje
La hembra del porrón acollarado, mira tú que bien. :D
¿El hermano feo del actor? :@. Que mala leche pq anda q...
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