Recientemente se ha celebrado en Rutland la XXI British Birdwatching Fair, el fetsival ornitológico más importante del planeta. Durante la misma, BirdLife ha presentado y buscado patrocinadores para una campaña destinada a confirmar la persistencia o no de un triste total de 47 especies de aves de las que hace años que no se tiene un registro fidedigno. Como emblema de la misma han escogido al picaflores de Cebú Dicaeum quadricolor, una especie de pajarillo redescubierta en 1992 al mismo tiempo que se terminaba de talar el último pedazo de selva donde se creía que se refugiaba. Posteriormente ha sido encontrada todavía en otros tres pequeños bosquetes de la isla filipina, mostrando que incluso cuando la situación parece desesperada todavía queda algo de esperanza. A ver qué frutos da esta campaña; esperemos que buenos...
Más cerca de casa, otros sí que son expertos en encontrar “aves perdidas”. Madre mía, qué peligro tiene el Sagardia...
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