Fotos de los cigoñinos

Sí, sí; la sangre me la sacarás, pero tú te vas a quedar sin cartera y sin las llaves del coche...

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Os debía una entrada con fotos, y ayer hice p’a aburrir... Así que ya tengo sobre qué escribir cuando no se me ocurra nada :-) Ayer volvimos a cigüeñear a Prado Herrero, y todavía nos quedan tres días más (ya sabéis, si os apetece venir...).

Esto es una foto, pero bien podría ser un vídeo... Los pollos de cigüeña no es que no intenten defenderse, sino que lo máximo que hacen es quedarse espatarrados con pinta de peluches tristes (aunque bueno, Mat, ayer uno y de forma extraordinaria sí que intentó traspasarme la palma de la mano). Sin embargo al bajarlos del nido suelen "aligerar peso", y ayer no volví muy limpio a casa, que digamos...

Como no nacen todos los pollos a la vez, la diferencia de tamaño entre los hermanos llega a ser considerable. En este nido en concreto el pequeñajo no tenía muy buena pinta ya...

Y otro ejemplo más de lo mismo. La verdad es que es más el tiempo que se emplea yendo de un nido a otro que el que se pasa con los pollos: A éstos sólo hay que anillarlos con metal y PVC, medirles el pico y el tarso para mediante una fórmula calcular cuándo han nacido y sacarles un poco de sangre; ni punto de comparación con el rollo de las codornices o las currucas...

Los nidos son realmente resistentes. Aquí veis cómo, subida a uno, Jus puede revisar el contenido del otro (los pollos mientras estaban abajo, claro).

Y si bien la mayoría de los nidos son fácilmente accesibles...

... Para llegar a otros hay que hacer auténticas virguerías, como subir primero con la escalera a uno, bajar los pollos de dentro, subir de nuevo, subir la escalera, subir al nido de arriba con la escalera apoyada en el primero... Y me callo mejor, que con tanta escalera esto ya parece una pantalla complicadilla del Donkey Kong.