Estos últimos días se han comentado en los medios de comunicación nacionales dos noticias aparentemente positivas relacionadas con la conservación de las aves rapaces en nuestro país: La primera y más promocionada ha sido el nacimiento en las instalaciones de GREFA de varios pollos de águila-azor perdicera Hieraaetus fasciatus sin necesidad de inseminación artificial. La segunda ha sido la reproducción exitosa en Huelva de una pareja de águilas pescadoras Pandion haliaetus, formada por ejemplares liberados, más de diez años después de que desapareciese la última pareja de la Península.
Sin embargo, esta otra nota de prensa apenas ha obtenido difusión; y lo que dice me parece de una importancia capital. En resumen, critica que se invierta tanto dinero en la cría ex situ de estas aves cuando por otra parte no se protegen ni los ejemplares salvajes ni el hábitat donde hipotéticamente podrían vivir esos ejemplares criados en cautividad. El caso de las perdiceras es especialmente sangrante, ya que se financian con fondos de medidas compensatorias de una obra (el desdoblamiento de la carretera M-501, declarada ilegal por activa y por pasiva; aunque ésa ha sido otra batalla distinta) que no ha afectado a esa especie y sí a otras mucho más amenazadas que no han visto un duro de esas ayudas. El problema es el de siempre: políticamente vende mucho más hacerse una foto con un pollito o soltando un bicho; sin preocuparse si ese bicho va a encontrar luego un lugar donde vivir...
Sin embargo, esta otra nota de prensa apenas ha obtenido difusión; y lo que dice me parece de una importancia capital. En resumen, critica que se invierta tanto dinero en la cría ex situ de estas aves cuando por otra parte no se protegen ni los ejemplares salvajes ni el hábitat donde hipotéticamente podrían vivir esos ejemplares criados en cautividad. El caso de las perdiceras es especialmente sangrante, ya que se financian con fondos de medidas compensatorias de una obra (el desdoblamiento de la carretera M-501, declarada ilegal por activa y por pasiva; aunque ésa ha sido otra batalla distinta) que no ha afectado a esa especie y sí a otras mucho más amenazadas que no han visto un duro de esas ayudas. El problema es el de siempre: políticamente vende mucho más hacerse una foto con un pollito o soltando un bicho; sin preocuparse si ese bicho va a encontrar luego un lugar donde vivir...
... Y eso que, a poco que se las ayude y de forma mucho más barata, las rapaces responden muy bien: Por tercer año consecutivo los halcones del Museo de América han sacado adelante tres pollos como tres toros.
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