Hoy he pasado el día en Santiago. Pretendía hacer un reportaje fotográfico lucido de distintos edificios para elaborar hoy una entrada sólo de imágenes, pero llovía tanto cuando llegué por la mañana que no me apetecía hacer malabares con la mochila, la cámara y el paraguas. Así que me centré en dar cuenta de lo bonito que estaba el claustro del Pazo de Fonseca, con sus enormes azaleas a pleno rendimiento. Puse a punto la cámara tras la primera foto (la de arriba), las pilas dijeron “hasta aquí”; y como no llevaba ninguna de repuesto, pues se acabó el invento...Igualmente he pasado un día muy entretenido, intentando ver con ojos de turista una ciudad en la que todavía me siento como en casa. Y por ver algo nuevo, me acerqué con Ángel a media tarde no a Conxo, sino al complejo de casas remodeladas de la Vaquería do Carme de Abaixo, junto al Sarela; una especie de aldea de diseño dentro de Santiago, chocante y fuera de lugar en un primer momento, pero en la que no me importaría mucho vivir...
2 comentarios:
Vaya, se me olvidó lo de Conxo: a la próxima vamos allí.
Y me alegra que pudieses ver las azaleas de Fonseca: ¡impresionantes!
No te creas; a mí también se me había olvidado... :-)
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