Vencejos y carrabouxos

Hoy es un día grande: ¡han llegado los vencejos a Ourense! :-D (los buenos, además; los comunes. Los de mentira ya los había visto en Monfragüe). Y además he visto una hembra de azor bastante de cerca, atravesando el Miño y pasando sobre mi cabeza (tras la primera observación apenas sí habré visto esta esquiva especie 4 ó 5 veces más). Pero lo que realmente ha sorprendido a Javi, que tuvo a bien acompañarme hoy a dar una vuelta junto al río, creo que ha sido algo más “invertebrado”...

Parece mentira que, siendo de conocimiento general que el fruto de los robles es la bellota, mucha gente dé a los carrabouxos (¿tienen nombre popular en castellano? "Gallaritas" he visto por ahí...) también por frutos del mismo árbol. Sin embargo los carrabouxos son las agallas producidas en el árbol por la picadura de la avispa Andricus quercustozae, que pone un huevo en una yema del roble y cuya larva vive y se alimenta posteriormente dentro de su pequeña casa de madera, originada por el crecimiento anormal de dicha yema.

Para demostrarlo abrí una, con la sorpresa de encontrarnos al imago o adulto de la avispa ya completamente desarrollado y en proceso de abrir un túnel camino del exterior a través del interior esponjoso de la agalla.

Los pájaros más avispados (jeje) también saben del jugoso contenido de los carrabouxos; ¿y para qué esperar? Un pájaro carpintero, o tal vez un párido, dio buena cuenta del habitante de éste.

Y una pata con seis patitos, para acabar. Hubo sin embargo otra “sorpresa invertebrada” esta mañana, la de los escupitajos de cuco; pero ése ya es tema para otra entrada...