“Tachando bajo la lluvia” podría ser el mejor resumen del viernes 30. Al llegar a Coruña (el viaje en tren fue duro, pero soportable) aún lucían grandes claros en el cielo, pero tras recoger el coche y enfilar hacia Ponteceso enseguida se puso a llover, y ya no pararía en toda la jornada.
Sin embargo el chaparrón, aunque dificulta mucho el pajareo, no nos iba a dejar sin disfrutar de un día memorable. Tras llegar a la Enseada da Insua tardamos bastante en localizar al primero de nuestros tres objetivos para la zona, pero finalmente (y gracias a la paciencia de Javi) apareció el precioso macho de silbón americano Anas americana, entre un grupo de azulones (como nuestras fotos de la mayoría de las rarezas dejan bastante que desear me las reservo para el último día; mientras, os enlazo otras mejores de bichos similares a los que vimos). Hicimos una pausa para recoger las llaves del observatorio de Neaño (ya estaba lloviendo demasiado), y al volver un mal resbalón estuvo a punto de acabar con Javi... Para compensar el mal trago, al poco tiempo apareció el segundo bimbo y rareza americana del día, un macho de cerceta americana Anas carolinensis, que defendía como si fuese su chica (!) a una azulona. Poco tiempo después, y en vista de que no aparecía el archibebe patigualdo chico Tringa flavipes citado en la zona, nos fuimos a Camariñas.
Entrando en la ría, en la playa de Area da Vila vimos un gran grupo de gaviotas de varias especies y nada más detener el coche junto a ellas, sin siquiera tener que bajarnos, distinguimos entre ellas la enorme mole de un gavión hiperbóreo Larus hyperboreus de segundo invierno, nuestra primera “blanca” del viaje, espectacular. Desde el mismo lugar distinguí en medio de la ría una gaviota tridáctila Rissa tridactyla, nueva para mí; y al poco rato, entre un grupo de hembras y jóvenes de negrón común, un joven de negrón careto Melanitta perspicillata, el último bimbazo del día.
En el puerto de Camariñas, entre otras muchas gaviotas, localizamos otro segundo invierno de gavión hiperbóreo; y aún veríamos otro ejemplar de primer invierno volviendo ya al anochecer a Ponteceso, con la vana esperanza de localizar al flavipes. Finalmente regresamos a Coruña empapados y muertos de cansancio y de frío. Efrén (Javi Coruña nos acompañó también a tomar algo) nos acogió maravillosamente, y al rato estábamos gozando de una de las noches en que más profundamente he dormido de toda mi vida.
2 comentarios:
Joba, un C4. Sí q os la montáis bien. ¿Lo alquilasteis? Sí es así caray. Yo cuando fui a Córdoba pillamos un C3. Je.
Matín pescador, q recuerdos. En la 3º EGB no sé que nos mandaban hacer pero había q escoger un pájaro y pillara ese. Era bonito, supongo. xD. Porque de pájaros poco más sé que entonces. q triste...
Es alquilado, claro; lo pillamos en Coruña y lo devolvimos en Madrid. Podríamos haber cogido un coche más barato, pero para un viaje tan largo (fueron 1150 Km. +- en total) mejor ir en un cacharro mínimamente fiable... Total, no nos salió excesivamente caro: 95 € más combustible.
Y eso que cuentas de 3º de EGB... Yo creo que te da para una entrada :-D
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