2/10/07

Hojas compuestas

Como en todo enclave mediterráneo que se precie de serlo, en Mallorca abundan las encinas y los pinos carrascos. Está además la isla cubierta de extensos campos de almendros, que ocupan tanto las zonas llanas como las laderas aterrazadas, y que imprimen al paisaje un resplandor níveo cuando sus capullos se abren saludando al primer sol de primavera.
Quería fijarme hoy sin embargo en otros dos representantes de la flora de estos pagos, ambos de hoja compuesta; imparipinnada para más señas. Uno es el lentisco Pistacia spp., al que estoy acostumbrado a ver formando matas inextricables de poco más de un metro, que cierran el monte, haciendo penoso el paso sin llegar a impedirlo del todo. Al abrigo de las colinas, y mimados por las temperaturas suaves y la permanente neblina húmeda, puxan (me hace gracia este verbo mallorquín para hablar del crecimiento de las plantas; porque en gallego se dice igual) aquí imparables hacia el cielo, alcanzando sin sonrojo alturas de arbolillo.
Otro detalle de la isla que me llamó la atención es la gran cantidad de algarrobos Ceratonia siliqua que medran por todas partes, más o menos domesticados. Mi primer algarrobo me lo encontré sin embargo hace casi un año, en el Clot de Galvany (Elche), durante la excursión del Congreso de la SEO. Por supuesto, lo primero que hice fue probar el sabor de una de sus vainas: no lo encontré desagradable; recordaba mucho al del fruto del almez, que también está ahora en temporada. Sin embargo, la textura acartonada y seca del fruto, y su indisimulable olor a heces, me hicieron comprender mejor cuánta hambre debió de pasar el hijo pródigo para desear llenarse el estómago de ellos. En Marruecos abundaban también los algarrobos, todos preciosos, como los ejemplares del valle de Bades de la foto de arriba; que resisten tanto los rigores de una sequía casi permanente como las avenidas otoñales del uadi donde sus raíces medio expuestas arraigaron hace ya cientos de años...

2 comentarios:

Ángel Ruiz dijo...

No sé por qué me acordé de ti al leer esto de la anduriña de cu branco

Antón Pérez dijo...

Se agradece el enlace... :) Por cierto que al avión común no es que le esté yendo nada bien en Galicia; en todas partes se ve cómo las colonias son cada año menos numerosas. En Orense, por ejemplo.