Las psitácidas han sido desde siempre codiciadas como mascotas, tanto por sus plumajes llamativos como por la gran inteligencia y sociabilidad que demuestran poseer. No es sorprendente así que sean también de las aves exóticas que con mayor frecuencia se ven volando en libertad. Si bien la procedencia tropical de muchos de los loros limita su capacidad de adaptación en los países donde hay dinero para comprarlos, algunas especies prosperan razonablemente bien a estos nuevos ambientes. Por las entradas de este blog ya se han paseado más de una vez las dos especies más frecuentes por Madrid (la cotorra argentina y la de Kramer), pero hay otras en inminente peligro de pasar a formar parte de la lista oficial española como especies asentadas y autosuficientes.
El jueves pasado Javi y yo dimos un buen paseo por el Parque del Oeste a la búsqueda de una de éstas, la aratinga cabeciazul Aratinga acuticaudata. Parece ser que por ese parque se deja ver un pequeño grupo de 4-5 ejemplares de este loro, que ya cría en ciudades como Valencia o Barcelona (los dos grandes núcleos "loríferos" del país). No vimos ninguna, sin embargo; hay demasiadas ramas y demasiadas cotorras argentinas como para que sea sencillo ver algo distinto. Ayer sin embargo, volviendo con Jaime de la Sierra, fue otra la especie que se dejó ver junto a la Facultad de Veterinaria: Una bonita cotorra barranquera Cyanoliseus patagonus, especie ésta que también ha criado en libertad alguna vez que otra en España...
Y antes, en la dehesa de Soto, mis primeros contactos anuales (ya tardaban) con cucos, zarceros comunes, oropéndolas y tórtolas europeas; especie ésta tan escasa en la Comunidad como abundante en Vilar de Barrio, y por eso mucho más añorada...
El jueves pasado Javi y yo dimos un buen paseo por el Parque del Oeste a la búsqueda de una de éstas, la aratinga cabeciazul Aratinga acuticaudata. Parece ser que por ese parque se deja ver un pequeño grupo de 4-5 ejemplares de este loro, que ya cría en ciudades como Valencia o Barcelona (los dos grandes núcleos "loríferos" del país). No vimos ninguna, sin embargo; hay demasiadas ramas y demasiadas cotorras argentinas como para que sea sencillo ver algo distinto. Ayer sin embargo, volviendo con Jaime de la Sierra, fue otra la especie que se dejó ver junto a la Facultad de Veterinaria: Una bonita cotorra barranquera Cyanoliseus patagonus, especie ésta que también ha criado en libertad alguna vez que otra en España...
Y antes, en la dehesa de Soto, mis primeros contactos anuales (ya tardaban) con cucos, zarceros comunes, oropéndolas y tórtolas europeas; especie ésta tan escasa en la Comunidad como abundante en Vilar de Barrio, y por eso mucho más añorada...
3 comentarios:
Je, leyendo esto quién diría que la inteligencia puede ir asociada a la denominación más común y denostada del propio término. Y más viendo la oferta televisiva de algunas cadenas. Curioso. ;D
Hola, muy interesante tu blog. Hoy puse un link en mi entrada sobre los Maios a tu post sobre carrabouxos. Para que la gente vea lo que son :)
Un saludo
Javi, para variar, me pierdo con tu comentario... :-p
Y gracias por la visita, Ana; voy a ver qué cuentas tú en el tuyo...
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