14/8/14

Six feet over

Una hembra de Pholcus phalangioides
 En días de lluvia en que no apetece salir, vagabundeando por la casa de la aldea uno acaba indefectiblemente por encontrarse con una de las arañas sinantrópicas más frecuentes: la araña de patas largas. Enganchadas a sus telarañas sin cuerpo, colgando a escasos centímetros del techo o de las esquinas de  paredes y puertas; siempre que uno no se obsesione por limpiar hasta el más mínimo resquicio estas simpáticas arañitas aparecerán para hacerle compañía.

Un machito, más pequeño y esbelto
 Ahora las miro con simpatía, sí, pero de pequeño tendía a despreciarlas, pues en comparación con las gigantescas arañas de tela de embudo Tegenaria spp. que me tenían embelesado éstas se quedaban en nada y menos. Además, sus telas, que como digo son mallas tridimensionales carentes de orden y de sustancias viscosas, no ofrecían una superficie amplia y cómoda donde tirar moscas para ver cómo se las comían.

Otra hembra, cuidando de su saco ovígero
Y sin embargo, pese a su vulgar aspecto, las arañas de patas largas son seres fascinantes. Aprendí pronto, cuando pretendía cogerlas para echárselas a las gallinas (¡ay...!), que al primer toque en la red, para evitar ser apresadas estas arañas giraban sobre sí mismas a toda velocidad; y al segundo toque se dejaban caer al suelo, emprendiendo entonces una rápida carrera. Me di cuenta también de que sus redes no eran estructuras inútiles, sino que pese a su falta de pegamento resultaban tan enmarañadas que moscas y polillas se enredaban igualmente en ellas. Empecé a respetarlas el día en que las vi llevarse de la tela de una Tegenaria una mosca recién enredada a toda velocidad, antes de que su legítima propietaria tuviese tiempo de salir a por ella desde el túnel de seda que se construyen en un extremo de la misma. Las he visto luego llevar sus huevos de un lado a otro como la de la foto; los huevos primero y después a las pequeñas arañitas recién eclosionadas... vamos, que como veis me han proporcionado largos ratos de entretenimiento aldeano. Agradecido les quedo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Molaaa

y yo preocupado cuando hacia (sigo haciendo) lo de echarle bichos (ppalemnte moscas que me dan la vara) y observar todo el proceso ensimismado. rabia cuando no.se.dejan ver... :P no se sí es de depravados pero disfruto viéndolas!!

ya me gustaría a mi saber lo que tú! pq leyendo la entrada aún me presta más ;)

Fjp

Antón Pérez dijo...

Jeje, me alegro de que te guste, y de que te haya animado a dar el paso de salir de la telaraña, ¡todos hemos alimentado arañas!