31/8/14

Las cosas del pantano

 Del pantano... de San Juan, en el extremo oeste de la Comunidad. Ayer fuimos Vero y yo a pasar el día allí, a orillas del Alberche. Por la mañana recorrimos la ruta del Yelmo, cuyo nombre le viene dado por el gigantesco domo granítico que se puede ver al recorrerla (y en la foto, claro); una senda por la que sólo habíamos ido una vez hace más de seis años, con grandes resultados naturalísticos que no esperábamos emular dado lo complicadas que se ponen las cosas en agosto. Con todo y con eso, sí que estaba el ambiente un pelín demasiado seco y parado...

 Este embalse es el único en Madrid donde se autoriza un uso recreativo de sus aguas. La población de Pelayos de la Presa, asomada a sus aguas y que se intuye al fondo, cuenta así con recursos más típicos de zonas de costa, como marinas y cosas así. Y toda una red de pistas y sederos permite acceder a buena parte de sus orillas, donde el agua al descender en verano hace accesibles numerosas playas...

 ... playas de las que disfrutamos después de comer. ¿El último baño de 2014? Ojalá que no, pero por si acaso traté de exprimir la tarde como si lo fuera.

 Por la mañana, buena parte de la actividad se concentraba allá donde los remansos y arroyuelos que mueren en el embalse creaban unas cuantas pozas abrigadas por los sauces: allí bajaban a beber todo tipo de aves, tanto residentes como migradoras; y donde las lagartijas recién nacidas engordaban por docenas antes del otoño cebándose en los insectos atraídos por el agua.. Ya por encima del dosel forestal, sólo las rapaces se hacían notar: mucho buitre, un par de imperiales muy cantarinas, una culebrera y mucha calzada, una de las cuales disfrutó de las "caricias" propinadas por una pareja de alcotanes, que salidos de la nada se echaron vociferando sobre ella, supongo que cuando inadvertidamente pasó sobre su nido.

De todas maneras, esta zona destaca en Madrid por su comunidad vegetal, al ser la única donde la combinación de calor y humedad permite que aparezcan plantas mucho más frecuentes cuanto más al SO peninsular. Los propios bosques de pino piñonero que cubren la zona, por ejemplo, y los madroños, la jara cervuna, el alcornoque, el acebuche o la cebolla albarrana Urginea maritima, como la de la foto; de las pocas cosas que tenía alguna flor a estas alturas.

Y para despedir la entrada con garbo, una foto de la conductora y cómplice de la jornada.

2 comentarios:

Vero dijo...

Gracias Rey, te ha quedado bien bonita la entrada!

Antón Pérez dijo...

Gracias a ti, que no habría entrada si no me hubieses llevado...