2/8/14

Lecturas bigorosas

 "Bigorosas" de bígaros, claro. Lo que os contaba ayer de los pinzones de Darwin estaba muy bien, pero otro de los artículos que me leí esta semana me hizo ver (oootra vez) que realmente uno se puede encontrar con sorpresas evolutivas en la puerta de casa... o al menos si esa puerta da al mar:
Creo que pocas cosas pueden excitar tanto las ganas de explorar la naturaleza de un chaval como una playa rocosa en marea baja (lo siento, mediterráneos): la combinación de tener un montón de pozas, grietas, manojos de algas, etc. que revisar; y el sol, el agua y en general todo lo que representa el verano, ayuda a fijar conceptos de una manera espectacular. Una de las primeras ideas que se queda y que resulta evidente es la de la zonación: la de que los seres vivos se disponen en bandas altitudinales que vienen determinadas por su resistencia a la desecación en función de la acción de las mareas. En la región intermedia entre las franjas de los balanos arriba y las de los mejillones abajo vive el protagonista de esta entrada, una pequeña especie de bígaro del Atlántico norte: Littorina saxatilis. Una cosa curiosísima que sucede con esta especie es que, allá donde vive, suele aparecer en dos ecotipos radicalmente distintos: en las zonas batidas los caracoles tienen conchas pequeñas y ligeras como adaptación ante la acción del oleaje: ofrecen menos resistencia a las olas, y la abertura de la concha (= la zona por la que se adhiere al sustrato) es grande en relación con el resto del animal. Pero en zonas más tranquilas, un caracol así, con una concha endeble y una abertura grande, no tendría nada que hacer frente a los cangrejos que viven en esas áreas al amparo de las olas, de modo que allí los bígaros son grandes y de conchas mucho más gruesas y recias, estando así mejor defendidos. Ambos ecotipos pueden aparecer en función de la topología local a escasos centímetros unos de otros.

Ecotipos de Littorina saxatilis de España, Gran Bretaña y Suecia ("crab": cangrejo, "wave": ola). Al clr de las conchas no le deis mayor imprtancia, que en esta especie es muy variable. Imagen extraída de Butlin et al. 2014. Evolution
Lo interesante, como os decía arriba, está en que ambos ecotipos aparecen prácticamente en todos los lugares donde vive esta especie, de modo que podemos preguntarnos cómo han surgido. Porque que los ecotipos se mantengan de forma estable pese a los cruces entre ambos (al fin y al cabo, hablamos de la misma especie) una vez están ya formados es fácil de entender, ya que las presiones selectivas son muy fuertes. Pero ¿cómo se ha llegado a esta situación?:
  1. La respuesta más sencilla es que en realidad esta difícil divergencia local nunca ha llegado a darse: una población original de caracoles vivía adaptada a luchar contra las olas (y sólo contra las olas), y en otro lugar vivía otra que se fue adaptando a vivir resistiendo a los cangrejos. A ambas les fue bien y fueron expandiéndose y terminando por contactar, de forma que en una misma localidad aparecen bígaros "de olas" y "de cangrejos", pero cada una viene de su lado.
  2. Pero también podría suceder exactamente lo contrario: que la capacidad de generarse uno u otro morfo fuese realmente muy plástica, y que en cuanto los caracoles, de cualquier tipo, colonizasen una nueva localidad (por ejemplo, al recolonizar Europa tras la última glciación), enseguida pudiesen generar el otro ecotipo.
  3. O podría ser una mezcla de los dos: que cambiar de tipo fuese, no prácticamente imposible, pero sí muy dificultoso, de forma que sólo en algunas localidades ambos ecotipos tuvieran un origen común. Y en otras, si aparecen los dos, sería por colonizaciones independientes de caracoles de ambos tipos a partir de esas otras localidades.

¿Qué os parece? ¿Qué explicación os parecería a priori la mas sencilla y, por ende como tantas veces en Ciencia, la correcta? No me voy a extender mucho más ya, pero cada una de estas opciones dejaría en el ADN de los caracoles una impronta diferente, de forma que en teoría examinando exhaustivamente unas cuantas poblaciones debería ser posible cuál es la opción correcta... y esto se ha hecho, claro, por eso os lo cuento, porque me he entretenido mucho esta semana leyéndolo :-) La base teórica viene mucho mejor explicada en este artículo, y los experimentos que desvelan la respuesta correcta en el que enlazo en el pie de la foto. Pero para el que no quiera leérselo todo (¡lástima! Eso que os perdéis, jeje) dejo la respuesta en Comentarios...

1 comentario:

Antón Pérez dijo...

... bueno, pues no sabría deciros de entrada cuál de las tres soluciones me parecía más parsimoniosa; no tenía yo expectativas previas. Pero aparentemente la solución correcta es la segunda: la formación de los ecotipos parece ser lo suficientemente lábil como para que, cuando los bígaros colonizan una localidad, el atractivo de un hábitat vacío y las presiones de selección se alíen para que aparezca rápidamente el ecotipo que falta. De esta manera, en cada localidad los parientes más cercanos de los bígaros de cada uno de los tipo, son los bígaros del otro tipo; y no los bígaros del mismo tipo de localidades más alejadas.