12/11/10

El silenciador

En los días de diario mi pajareo, por llamarlo así, se reduce a lo que puedo pillar por los pinares de Ciudad Universitaria de camino a la Facultad (y pronto, cuando los días se acorten algo más, ni eso…). Normalmente es poca cosa, pero (por pura estadística) de vez en cuando sí hay cosas que contar. Ayer por ejemplo, ya casi llegando, pasaba un ruidoso grupete de cotorras argentinas cuando de repente un halcón salido de la nada picó sobre ellas: con una destreza admirable, se cerraron en una “pelota” que se dejó caer a plomo sobre el pino más cercano; el halcón marró por un pelo y se marchó de vacío ladera arriba. Toda la escena fue tan intensa como silenciosa, porque las cotorras (con los huevos por corbata, supongo) enmudecieron y ni se movían dentro del pino…. buena solución ésta de los halcones, para silenciar a esas gritonas.
Actualmente la fachada de la torre del Museo de América está recubierta de toldos y andamios, en pleno proceso de restauración. Así, la caja nido que suele ocupar allí una pareja de la que os he hablado varias veces en este blog está ahora tapada. No sé si acabarán las reformas a tiempo de que los halcones puedan ocupar de nuevo el nido; espero que sí. Aunque tampoco me importaría que se mudasen a mi Facultad…

No hay comentarios: