Por la costa suroeste
aSi hace dos semanas la cosa iba de hacer turismo en plan tranquilo por el otro extremo de Escania, hoy ha sido un día de pajareo puro y duro por la costa SO de esta región, que nos ha tenido a Max (un compañero de laboratorio) y a mí la mar de entretenidos. a
Los pueblos de Skanör y Falsterbo, en la pequeña península donde se acaba Suecia, forman una especie de Saint Tropez báltico; con lujosos chalets, descapotables y campos de golf. Y, aunque no tenga mucho que ver, montones de pájaros. A la barra de arena de la interminable playa de Skanör, con sus pequeñas casetas de baños tan características, nos acercamos a ver limícolas.
Las dunas, como en toda Escania, estaban cubiertas de intrincadas masas de Rosa rugosa; una especie china ampliamente plantada en la zona por su tolerancia frente a la salinidad que se les acabó yendo de las manos. Sin embargo estos arbustos, y las zonas herbosas, bullían de pajaritos: lavanderas boyeras, collalbas grises y alondras sobre todo; y también bisbitas arbóreos, tarabillas norteñas, mosquiteros musicales...
Otro desastre ecológico: un pobre delfín varado en la arena... Aunque el tema de los pajarillos estaba entretenido no había allá muchas limícolas, que era lo que veníamos buscando; así que nos fuimos de allí camino de Nabben, la barra arenosa de Falsterbo.
Tampoco allí, en la Meca ornitológica escandinava, andaba la cosa allá muy boyante: casi había más pajareros que pájaros... Ni había muchas limícolas ni tampoco rapaces, que son la especialidad de la zona. Sin embargo cuando nos fuimos comenzaba a animarse la cosa; se abrieron grandes claros entre las nubes y poco a poco comenzaron a llegar gavilanes y pequeños grupos de abejeros europeos. Éstos serán las grandes estrellas, el próximo fin de semana, del Festival Ornitológico de Falsterbo; antiguo “Día del Abejero”...
Acabamos la jornada en Lomma Södra, al sur del pueblo donde vinimos a la playa hace casi un mes. Y bueno, comenzaban a juntarse grupos de gansos, señal de que el otoño está más que a la vuelta de la esquina.
Unas cuantas barnaclas cariblancas Branta leucopsis, pequeñas y con cara de buenas...
Y muchos más ánsares comunes Anser anser; deseosos ya de llegar a las marismas del Rocío para dejar de dejar de pastar como vacas e hincharse a comer castañuela. "Con un olé..."
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