No he hablado del tema por vergüenza desde febrero, pero la verdad es que mi decadencia lingüística ha sido lenta, pero constante:
-Mis glotalizaciones son cada vez más marcadas, y algunos de mis últimos “es ques” sonaban alarmantemente castizos...
-Un par de días que quería hacerme un bocadillo, en la panadería... he pedido un pistolín.
-Y no sé si lo he soñado o no; o si simplemente me niego a reconocerlo, pero creo que alguno se me ha escapado...
-Mis glotalizaciones son cada vez más marcadas, y algunos de mis últimos “es ques” sonaban alarmantemente castizos...
-Un par de días que quería hacerme un bocadillo, en la panadería... he pedido un pistolín.
-Y no sé si lo he soñado o no; o si simplemente me niego a reconocerlo, pero creo que alguno se me ha escapado...
En fin; esta estancia en casa me ha venido de perlas para frenar mi ya a todas luces imparable descenso a los infiernos: me he esforzado por eliminar de mi boca los tiempos compuestos y por adquirir el acento gallego que nunca he tenido; de forma que ahora llevo unos días de feliz consenso lingüístico... Veremos cuánto aguanta en vertical el fiel de la balanza.
2 comentarios:
Te acompaño en el sentimiento...
Y creo que es hora de funda la plataforma "Unidos contra la la"
:-D
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