A menudo se presenta el dilema de, ante una historia, decidir si nos ha gustado más el libro o la película... Pero son menos las veces en que la disyuntiva está en decidir si es mejor la película... o el musical.
Ayer por la noche fui con mi hermano a ver Sweeney Todd: El barbero demoníaco de la calle Fleet (Teatro Español, hasta el 7 de enero). Habíamos visto la película (VOS) antes en casa, y he de admitir que me gustó más ésta. La historia original ha sido adaptada varias veces tanto como obra de teatro como para la gran pantalla; siendo el musical de Sondheim de 1979 su versión más famosa y en la que se basa la película de Tim Burton. La película, como ya he dicho, resulta más aparente, al menos en comparación con la versión española del musical, que introduce varios gags humorísticos, demasiados para mi gusto por restarle dramatismo y romanticismo en su sentido más decimonónico. Sin embargo no puedo negar que la adaptación del musical es buena; han hecho un gran trabajo de traducción, que no modifica apenas las canciones originales, y ayer me lo pasé realmente bien. Por no hablar del encanto particular que tiene el teatro, la acción en directo... (aunque sea en el patio más alto y al fondo; probablemente a kilómetros de distancia del escenario).
A continuación, un vídeo de la obra de ayer (uno de verdad, promocional; no “algo” grabado furtivamente con un móvil), del -para mí- mejor tema de la obra:
Y en Youtube tenéis muchos más. Y vídeos de la obra en inglés, y de las canciones originales de la película con subtítulos...
Ayer por la noche fui con mi hermano a ver Sweeney Todd: El barbero demoníaco de la calle Fleet (Teatro Español, hasta el 7 de enero). Habíamos visto la película (VOS) antes en casa, y he de admitir que me gustó más ésta. La historia original ha sido adaptada varias veces tanto como obra de teatro como para la gran pantalla; siendo el musical de Sondheim de 1979 su versión más famosa y en la que se basa la película de Tim Burton. La película, como ya he dicho, resulta más aparente, al menos en comparación con la versión española del musical, que introduce varios gags humorísticos, demasiados para mi gusto por restarle dramatismo y romanticismo en su sentido más decimonónico. Sin embargo no puedo negar que la adaptación del musical es buena; han hecho un gran trabajo de traducción, que no modifica apenas las canciones originales, y ayer me lo pasé realmente bien. Por no hablar del encanto particular que tiene el teatro, la acción en directo... (aunque sea en el patio más alto y al fondo; probablemente a kilómetros de distancia del escenario).
A continuación, un vídeo de la obra de ayer (uno de verdad, promocional; no “algo” grabado furtivamente con un móvil), del -para mí- mejor tema de la obra:
Y en Youtube tenéis muchos más. Y vídeos de la obra en inglés, y de las canciones originales de la película con subtítulos...
2 comentarios:
Plaice? Y el asterisco?
Una ignorante preguntona.
PD - Lo he hecho bien? ;)
Lo has hecho de perlas... :-)
A lo que vamos. En realidad el nombre de esta entrada es el de la primera canción de la obra (y la película): There's no place like London. Lo que ocurre es que como los actores imitan (o les sale de propio, vaya usted a saber; aunque Depp muy de Londres no es...) el acento cockney destaca mucho (por lo menos para mí) cuando pronuncian /ai/ en lugar de /ei/, por lo que "place" viene a sonar /plais/; como se puede ver aquí. Y eso me sugirió la palabra plaice, que en realidad significa "solla" y de hecho se pronuncia igual que place. Habría sido mejor poner plice; pero eso salvo un apellido no significa nada que yo sepa, y el título habría perido su gracia...
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