13/6/13

De cuesta en cuesta

Dejando atrás el desierto, nos fuimos a comer a un sitio bien fresquito; a la Alpujarra almeriense, cerca de Paterna del Río. En 2008 habíamos estado muestreando currucas relativamente cerca, obteniendo resultados muy interesantes; y como éstas no hacían más que cantar desaforadamente se me llevaban los demonios con las ganas de trincarlas y sacarles un poco de sangre, a ver qué bichos encontraba...

Resultaba difícil de creer que, tras pasar la mañana en el lugar con menores precipitaciones de España, estuviésemos ahora en medio de un paisaje casi "gallego"; con castaños, tojos y dedaleras. Escudriñamos cada recodo del arroyuelo de la imagen, aunque con bastante poco éxito, la verdad...

Algo más arriba, a 2000 m snm y a menos de 10 ºC, el puerto de La Ragua recordaba a cualquiera de los del Sistema Central; con su pinar de pino silvestre, piornales y demás.
Pero la sorpresa del viaje estaba esperando justo allí, agazapada bajo unas piedras; donde encontramos, en vez de lagartos verdinegros...

... ¡eslizones ibéricos Chalcides bedriagai! Montones de ellos, además; de todos los tamaños: desde adultos hasta encantadoras crías recién nacidas. Estos lagartos, de piel tan suave que resulta difícil de creer, son uno de los muchos grupos que han desarrollado una forma del cuerpo y hábitos serpentiformes; siendo de cuerpo alargado y patas reducidas. Con todo y con eso, el eslizón ibérico recuerda todavía más a un lagarto que su primo el tridáctilo, de patas apenas visibles.

Al día siguiente, el domingo, la verdad es que no se los dio demasiado bien. Queríamos atacar la sierra de La Alhama en búsqueda de plantas endémicas, pero no fuimos capaces de encontrar ninguna carretera que nos permitiese subir en altura lo suficiente. En cualquier caso, el paisaje bien merecía la pena.

Hicimos paradas aquí y allá, para entretenernos levantando piedras. Más por hacer deporte, casi; pues bichos chulos no es que hubiera demasiados...

Así que, a falta de bichos, plantitas: un romero macho Cistus clusii; una especie de jara de zonas calizas tan escasa en Madrid como frecuente en el sureste peninsular.

Y tras descender de la Sierra por el valle cuasitropical del río Verde, acabamos el domingo sudando la gota gorda en los acantilados de Cerro Gordo, entre Almuñécar y Nerja. A punto estuvimos de despeñarnos aquí más de una vez, bajo un sol de justicia, intentando ver una especie rara de romero; que por descontado no llegamos ni a intuir. Menos mal que las vistas al menos eran bonitas... qué ganas de ir a la playa, jeje :-)

3 comentarios:

Ángel Ruiz dijo...

Quizá te resulte curioso esto (http://elduquedecamelot.blogspot.com.es/2013/06/el-misterioso-caso-de-la-culebra-con.html).
Y por cierto, ¿por qué no cambias a un formato más actual, donde las fotos sean más grandes? (Ni se te ocurra lo de 'vistas dinámicas, es peor que lo que tienes); bastaría la plantilla 'Sencillo'.

Antón Pérez dijo...

Curioso es, jeje; vaya cosas encuentras por Internet, Ángel. Por cierto que las fotos de su primo que enlaza al inicio de la entrada quitan el hipo (los pájaros ecuatorianos ponen algo de su parte, ciertamente; pero aun así...).

Lo de las fotos supongo que te refieres a un estilo de página más como el de Compostela de ahora.... ya; aunque mis fotos puedan verse en grande también si haces click sobre ellas, es verdad que tu blog tiene un aire más... "limpio". Algo para entretenerese este verano; me parece bien.

Antón Pérez dijo...

Como ves terminé por hacerte caso en lo de cambiar el aspecto del blog...