25/1/14

La temporada eteria

Para los frugívoros que cargamos cada día con nuestra dosis de vitaminas al trabajo, del subtipo de los que no conciben nada más aburrido que comer una manzana; el año tiene básicamente dos estaciones: la de las mandarinas y la de la fruta de verano. La transición entre ésta y aquella se produce de manera suave, pero en cambio en primavera solemos vivir tiempos inciertos, en los que muchos días uno no sabe qué echar a la mochila... De puertas para dentro al menos el inicio de esta temporada (y cada vez durante más tiempo) lo salva la llegada de las fresas; fresas que por mucho que "antes sabían mejor..." y tal y cual a mí me siguen alegrando la vida... el olor a fresas...  Algún día haré una entrada con mi lista de olores favoritos.

La fresa es una de esas infrutescencias que, de tan particulares que son, tienen nombres propios que de puro sonoros resultan apetitosos. El higo es un sicono, la naranja (y demás cítricos) un hesperidio... y la fresa un eterio. Ayer inauguramos en casa la temporada eteria, ¡que nos dure mucho!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy frutítemáticos estamos en nuestras últimas entradas jiji

;)


FJP

Antón Pérez dijo...

Ya ves; supongo que me dejé influir por la tuya... acúsame de plagio, a ver si sacas unas perrillas :-p